En el fútbol cada vez es más importante el componente económico. El negocio que se demuestra durante los periodos de fichajes alcanza, cada año, un punto más alto. Cifras ilógicas por diversos jugadores hacen que el deporte rey no sea concebido como el mismo de hace unos años. Aunque no todas las entidades futbolísticas se dedican a derrochar ingentes cantidades monetarias para mejorar sus plantillas.
Es el caso de la Juventus de Turín, un club diferente al resto. Si bien será siempre recordado por acoger a Cristiano Ronaldo tras abonar 100 millones de euros al Real Madrid, su hoja de ruta deportiva es radicalmente distinta. Y es que, tras alzarse una temporada más con el Scudetto, la entidad que dirige Andrea Agnelli ha querido mejorar su plantel para convertirse en el club más poderoso de Europa.
En esas circunstancias han aparecido dos futbolista de gran nivel. Aaron Ramsey firmó con los bianconeri en enero de 2019. Tras una carrera de mucho fútbol en el Arsenal, el galés cruzó hasta la nación italiana para dar un giro importante en su destino. Sobre todo, gracias a la dirección de Sarri desde el banquillo, quien podrá conformar con Ramsey un centro del campo de contención y trabajo para solidificar los principios de su juego de posición.
Sin embargo, el nombre más sonado que llega a Turín es el de Adrien Rabiot. El francés ha abandonado el Paris Saint-Germain después de negarse a renovar. Así, el bloque que dirigirá Sarri contará con un excepcional centrocampista que bien puede hacer el trabajo más duro y que más potencia requiere. Es, sin duda, un fichaje de importancia que se vestirá de blanquinegro tras llegar ‘gratis’.
Adrien Rabiot para potenciar a la Juventus
Si hablamos de Ramsey como un mediocentro con capacidad de contención desde el centro del campo y de convertirse en un box to box de manual, Rabiot es el jugador que puede desatascar todo tipo de problemas en el juego turinés. Maurizio Sarri debe estar encantado, puesto que, con Rabiot, su equipo podrá tejer una red muy funcional alrededor del galo.
Así, la incorporación del mediocentro es una de un nivel espectacular. Su capacidad de desgaste y esfuerzo en el césped y su posibilidad de romper líneas con y sin balón permitirán al bloque italiano ser uno de los equipos más fuertes del continente. Porque, gracias a Adrien Rabiot, la obra de Sarri está terminada.
Su aportación completará un cuadro en el que son vitales los movimientos ofensivos de Cristiano Ronaldo y de Dybala. El cuadro de una Juventus con una capacidad defensiva envidiable por todos, a la que se suma Rabiot para condensar aún más el cerrojo de la portería bianconeri. Un equipo al que ya no le falta nada para atemorizar a toda Europa.
Casi una década inmersa en la gratuidad
Los de Rabiot y de Ramsey, como ya ha quedado claro, no han sido los únicos movimientos que ha realizado recientemente la Juventus. Los agentes libres siempre han sido un filón para la entidad de Agnelli. Así, hay que remontarse a 2009 para recordar el primer triunfo de la Vecchia Signora. Fabio Cannavaro llegó a Turín con la carta de libertad, proveniente del Madrid. Desde entonces, jugadores de la talla de Pirlo, Pogba —con un posterior traspaso récord, de 105 millones de euros— o de Dani Alves han fortificado esta estrategia tan interesante.
Otros como Fernando Llorente, Kingsley Coman, Neto, Emre Can o Khedira forman el equipo de los jugadores libres que se vistieron de blanquinegro en la última década. Y, en total, todos estos han dejado 143 millones de euros en las arcas juventinas, consiguiendo el club un rendimiento deportivo y económico abismal y de un nivel plausible por todos. Algo que se evidencia con la llegada de un gran jugador como Adrien Rabiot. Es, sin más, una estrategia absolutamente brillante.