Fue uno de los grandes talentos de su generación, esa que se coronó en Barcelona’92 y vivió múltiples sinsabores internacionales. Promesa en el Real Madrid y capitán general del Betis de Lopera, el ‘mago de las botas blancas’ recuerda su larga trayectoria.
Conoce a la perfección las luces y las sombras de los dos grandes del fútbol español, y sólo las lesiones le privaron de una gloria aún mayor. Orgulloso de sus logros, Alfonso recorre junto a Olympo Deportivo algunos de los episodios más importantes de su carrera, gol a Yugoslavia incluido, mientras desmenuza con nostalgia los detalles de un fútbol en el que dejó huella con sus 87 goles.
Pregunta. No sé si alguna vez ha pensado que podría haber sido el Villa de esa Selección de los éxitos. Les unen características parecidas…
Respuesta. Ojalá hubiese sido, cada uno tiene sus características, lo que sí siento es que este fútbol va mejor con mi forma de jugar, pero nos han tocado épocas distintas.
P. También en el 2000, nos dejó un recuerdo imborrable en la Roja; con el gol ante Yugoslavia en el último minuto. ¿Fue el instante personal de mayor éxtasis de su carrera?
R. Fue un momento bonito, sobre todo, porque con la selección no estábamos acostumbrados a pasar de siguiente fase en siguiente fase. Siempre nos pasaba algo. La selección española siempre se ha caracterizado por ser un equipo que quedaba eliminado por una jugada desgraciada, como las de Salinas, Zubizarreta, Míchel, el fuera de banda de Joaquín en Corea, el penalti de Raúl… infinidad de jugadas que nos han dejado fuera. Por aquel entonces meter ese gol en el descuento, pues quieras o no, para nosotros y todos los aficionados españoles era una gran alegría, aunque no tuvimos suerte tampoco en la siguiente fase.
P. ¿Le faltó entonces algo de suerte a ese grupo para hacer algo importante?
R. Es precisamente lo que digo, nunca hemos tenido suerte, y mira que siempre ha habido buen equipo, porque hemos tenido jugadores como Guardiola, Miguel Ángel Nadal, Fernando Hierro, Raúl, jugadores muy buenos, pero por h o por b, nunca hemos ganado. La suerte cambió más tarde y nos han dado una alegría tremenda pudiendo ganar títulos. El fútbol estaba en deuda con nosotros, al menos con los aficionados españoles de todas las generaciones que hemos ido pasando y que no hemos podido disfrutar, pero actualmente España se ha consagrado en el fútbol como un país a la altura de Brasil, Argentina o Alemania.
P. Hablando de la selección, ¿cómo fue ganar los Juegos Olímpicos en casa?
R. En esa época fue el hecho más importante vivido desde hacía muchísimos años. Teníamos un gran equipo y tuvimos la suerte de poder ganar. Aunque fuera una selección olímpica, nunca antes nos habíamos dado a conocer como una potencia mundial. Sin embargo, ese año ganamos y hasta hace poco no hemos podido repetirlo, justo cuando cambió la generación y el concepto de fútbol.
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P. Tras la Eurocopa del 2000, fichó por un Barcelona en crispación, muy parecido al Real Madrid que le tocó vivir. ¿Cómo era jugar en los azulgrana en aquella época?
R. Por desgracia, viví en la otra acera la misma situación durante un año y medio. Fue muy similar a la época del Real Madrid. Estamos hablando de dos equipos que solo pueden acabar primeros, entonces, es catastrófico cuando no ganas todo. Se puede decir que he sido de los pocos jugadores que he estado en los dos grandes equipos españoles, y que he podido vivir en una casa donde me trataron francamente bien.
P. Después de la retirada, ¿hay algo que le quedó por hacer en su carrera?
R. Me hubiese gustado haber estado menos tiempo lesionado, jugar más partidos y dar más alegrías a mis aficionados. Es la espinita que se te queda clavada, pero no me puedo quejar. He hecho una cosa que me gusta y he estado en grandes equipos donde me han querido mucho.
P. Uno de sus logros es darle nombre al estadio del Getafe desde 1998. ¿Se siente extraño un futbolista al recibir este reconocimiento en la plenitud de su carrera?
R. No es lo normal, pero yo estoy orgulloso de la gente de Getafe que votó y propuso mi nombre para el estadio. De momento sigue allí, no sé hasta cuándo, pero personalmente, me siento muy contento y muy orgulloso de ello.
P. Como técnico, ha trabajado con Pepe Gálvez en el Mallorca y continúa siendo parte del nuevo proyecto del club bermellón.
R. Sí, estoy en secretaría técnica y ahora probablemente aprovechando que estoy en el club empezaré a hacer trabajos específicos con delanteros.
P. ¿Sueña con ser primer entrenador o no es algo que se plantea ahora mismo?
R. Me gusta más entrenar que secretaría técnica, pero estoy cogiéndole gustillo a este mundo; conocer ligas, jugadores y estar un poco al tanto de todo. Quizás no me gusta tanto estar en televisión o radio hablando de fútbol, ni la representación de jugadores. Prefiero estar vinculado al fútbol, porque es lo que has hecho siempre y de lo que sabes, pero sí que es verdad que me gustaría entrenar algún día a un equipo, y si no es posible, me quedo con la secretaría técnica.