Regaló uno de los mejores momentos al piragüismo español en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, tras conquistar el oro olímpico junto a Saúl Craviotto en la final del K-2 200 metros. El kayakista español Cristian Toro (Isla Margarita, Venezuela, 1992) afronta una nueva temporada con el objetivo de seguir en la élite del piragüismo y luchar por más éxitos internacionales.

Concentrado con el equipo español en el Centro Especializado de Alto Rendimiento de La Cartuja (Sevilla), Toro atiende a Olympo Deportivo para conversar sobre su gran pasión.

Pregunta. ¿Cómo afronta la nueva temporada después de su triunfal paso por Río 2016?

Respuesta. He comenzado poco a poco porque hay nuevos objetivos está temporada, pero sí que es verdad que después de una medalla tienes más presión y hay que evadirse un poco de lo ya conseguido en Río. Ahora toca pensar en una nueva temporada y disfrutar de los entrenamientos.

P. ¿Cómo vivió todo el proceso de clasificación para los Juegos Olímpicos en K-2 200 metros al haber sólo una oportunidad para clasificar el barco?

R. Sabíamos que el reto era muy difícil, ya que había una oportunidad para ir, pero confiamos en nosotros para poder llegar al objetivo marcado. La etapa del Preolímpico fue un momento muy bonito a la par que duro, y entrenamos mucho en Sevilla para preparar dicha embarcación.

Una vez que la temporada ya estaba muy avanzada, fuimos al Preolímpico en Duisburgo (Alemania) y nos marchamos con buenas sensaciones tras clasificarnos. En los Juegos Olímpicos, conseguimos disfrutar al máximo de la competición y de la experiencia vivida allí en Brasil.

P. Una vez allí pasaron por delante de todos en la final. ¿Qué se siente en ese momento en el que consigues un sueño que buscan todos? 

R. Ganar los Juegos Olímpicos es un momento inolvidable y es una sensación tan inexplicable. Cuando ves que cruzas la meta y ves que has ganado los Juegos se te vienen un cúmulo de emociones en muy poco tiempo, ya que cambia todo muy repentinamente. Lleva un tiempo asimilar tantas alegrías juntas y el momento de estar en el podio con la medalla se hace muy corto pero muy gratificante.

P. En estos Juegos Olímpicos formó K-2 200 metros junto a Saúl Craviotto, uno de los deportistas más destacados en la historia del piragüismo español. ¿Qué le aporta como compañero a nivel profesional y personal?

R. Me siento muy a gusto con Saúl como compañero de equipo. Es un piragüista muy completo, tiene muchas virtudes y he intentado mejorar mi rendimiento como palista fijándome mucho en sus cualidades como deportista.

P. Ahora toca centrarse en el próximo objetivo, que es Tokio 2020. Allí habrá cambios en alguna de las modalidades en kayak. Posiblemente, los cambios puedan afectar al K-2 200 metros, ¿intentaría luchar por ir a la cita olímpica nipona con la distancia olímpica más larga, o se centraría en la más corta?

R. Mi objetivo es intentar clasificarme en 200 y 500 metros porque creo que son pruebas compatibles. Yo ya competí en 500 metros en temporadas anteriores y creo que estoy preparado para esa distancia. Veremos como se van desarrollando estos cuatro años de preparación.

P. ¿Qué objetivos afronta para esta temporada?

R. Los retos son adaptarnos a la nueva distancia de 500 metros, y sobre todo, mantener el ritmo y la intensidad en este deporte, que después de los Juegos Olímpicos es lo que más cuesta conseguir de nuevo. Tenemos ganas de conseguir grandes cosas a nivel internacional

P. Hace poco participó en un entrenamiento de K-4 junto a Saúl Craviotto, Marcus Cooper y Rodrigo Germade. ¿Se podría ver la posibilidad de un K-4 así en competiciones internacionales?

R. Sí, yo creo que sería una de las ideas que seguramente se ponga sobre la mesa. Es un K-4 que funciona muy bien, pese a la falta de montar más veces, ya que era la primera vez que salimos a entrenar los cuatro juntos en la misma embarcación.

Es un barco con muy buenas sensaciones y que navega muy bien, pero queda mucho por delante y hay muchos compañeros que tienen la opción de subirse al K-4. Estamos en un momento de creación de esa embarcación, pero puede ser una de las posibilidades de cara a esta temporada.

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P. Después de su paso por los Juegos Olímpicos le fue otorgado la Medalla de Oro del Real Orden del Mérito Deportivo del Consejo Superior de Deportes. ¿Qué supuso para usted ese reconocimiento?

R. Es un reconocimiento muy bonito. Justo después de los JJ.OO. que hay muchos actos y reconocimientos a deportistas, es uno muy especial porque tiene que ver mucho con la formación de los deportistas en España.

P. Otra pieza clave dentro de los éxitos deportivos logrados en 2016 durante los JJ.OO. es su entrenador Miguel García, seleccionador del equipo nacional de 200 metros. ¿Cómo le ha ayudado o qué le aporta a nivel profesional en su carrera deportiva?

R. Miguel García es el mejor entrenador o uno de los mejores entrenadores que hay de piragüismo a nivel mundial. Ha conseguido dos medallas de oro olímpicas con deportistas diferentes, que es muy complicado. Es la base de todo el éxito que se viene cosechando a nivel internacional en este deporte en España.

Gran parte del nivel del piragüismo español en competiciones internacionales es gracias a él, y como deportista estoy muy tranquilo y a gusto trabajando con él. Seguro que conseguiremos muchos éxitos en próximas competiciones, y es el pegamento que une a todo el equipo nacional.

P. El piragüismo español en los JJ.OO. consiguió un gran éxito, al meter las ocho embarcaciones (contando las Aguas Bravas) en finales, donde se consiguió cuatro medallas olímpicas y cuatro diplomas. ¿Es un motivo más de peso para que se apueste más por este deporte?

R. Sin duda, el piragüismo es uno de los deportes que más éxito y más mérito está dando a nuestro país. Perfectamente, podría ser uno de los deportes más apoyados, aunque sea un poco menos mediático que otras disciplinas. Pero me consta que la gente disfrutó mucho cuando nos vio competir en Río de Janeiro, y sintió mucho orgullo con las medallas que se consiguieron en la pasada cita olímpica.

El piragüismo debería de ser deporte nacional por lo menos, e intentar que los medios de comunicación den esa difusión a competiciones nacionales.

P. Actualmente forma parte de ese elenco de deportistas de la UCAM, ¿le ayuda mucho a compatibilizar el deporte y los estudios?

R. La UCAM Murcia está haciendo un gran trabajo con los deportistas, ya que nos ayudan y nos apoyan en ese mundo del estudio y la formación. Me siento muy cómodo con ellos y estoy ilusionado por terminar mis estudios con ellos, y compaginarlo con el deporte de alto rendimiento.

P. ¿Conoció a algún deportista de otro país dentro de la Villa Olímpica?

R. Sí, dentro de la Villa Olímpica conocí a muchos deportistas de otros países donde pude hablar con ellos. Pero, en su momento, estás concentrado en tu trabajo y tienes que intentar evadirte de todo eso porque, más allá de que quieres vivir los Juegos Olímpicos como una experiencia más en tu vida deportiva y personal, te juegas mucho y quieres aprovechar esa oportunidad porque no sabes si volverás a repetir una vez más.

P. Esta temporada al equipo de Asturias se incorporan nuevos palistas como Pelayo Roza, Juan González o Albert Martí. ¿Qué puede decirnos de ellos?

R. Son chavales que tienen mucho nivel y aportan mucho al equipo. Tienen mucha ilusión y trabajan muy motivados todos los días. Dan esa pizca de juventud que siempre viene bien para la gente que llevamos mucho tiempo trabajando.

Yo creo que también soy joven (risas), pero llevo varios años trabajando con los mayores y me ayuda ver chavales que vienen de abajo porque me recuerda a mí en muchos aspectos deportivos cuando me inicié en el equipo nacional, de dónde vine y dónde estoy ahora.

P. ¿Imaginaba llegar tan lejos cuando se inició en la canoa?

R. No me planteaba llegar tan lejos en este deporte. Cuando empecé a practicar piragüismo es verdad que al principio ganar un campeonato autonómico era lo máximo. Una vez que lo consigues, quieres intentar triunfar a nivel nacional, y va un poco con la ideología del deporte, que es superar obstáculos y a ti mismo para conseguir tus metas. Cada vez, esas metas van siendo más altas y ambiciosas, y que llegue una medalla de oro olímpica es una recompensa a todo el trabajo realizado durante años atrás.

Una entrevista de Jesús García León.