Entrevistas Paralímpicos

Desirée Vila: «Tokio 2020 sería un sueño hecho realidad»

  • El objetivo de la atleta española es estar en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, aunque reconoce que su campeonato será París 2024.

Desirée Vila, atleta paralímpica española, es una de las deportistas nacionales con más proyección, y su sueño es poder viajar con el resto de representantes españoles a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Actualmente tiene la mínima B y está muy cerca de la mínima A en salto de longitud (marca personal: 3.94, mínima: 4.07) y de poder hacer realidad su sueño.

Hasta los 16 años, Desirée Vila era una gimnasta acrobática que había competido en el Mundial de París de 2014 con la selección española pero todo cambió cuando sufrió una fractura de tibia y peroné en la pierna derecha mientras se preparaba para el Europeo.

Una negligencia médica de Pedro Larrauri en un hospital de Vigo provocó que Desirée perdiese la pierna. Larrauri fue condenado a dos años de cárcel y cuatro sin poder trabajar. Además, tuvo que pagar más de 2,1 millones de euros a la deportista como indemnización.

La atleta española pasó por momentos difíciles tras este suceso pero no tiró la toalla y volvió a competir, aunque tuvo que cambiar la gimnasia acrobática por el atletismo. Con esfuerzo y trabajo se ha convertido, a sus 21 años, en una de las grandes esperanzas del deporte paralímpico y podría participar en sus primeros Juegos Paralímpicos el próximo año.

Pregunta. A los 16 años una negligencia médica le llevó a perder la pierna. ¿Cómo fue ese momento?

Respuesta. Fue duro y la adaptación muy larga. En primer lugar, porque mi vida cambiaba por completo; tenía que aprender a caminar con una prótesis y ya no podía practicar aquel deporte que tanto me apasionaba. Pero también por las inseguridades; no aceptaba mi cuerpo y me costaba mostrarme tal y como era. Escondía la prótesis, llevaba pantalones largos y evitaba hablar del tema con la gente porque me sentía incómoda.

P. ¿Quién o quienes fueron sus mayores apoyos en aquel momento?

R. Mi familia en general, pero sobre todo mis padres y mi tía. A pesar de que ellos tampoco lo estaban pasando bien, fueron fuertes para hacerme ver el lado bueno de lo que me había pasado; la multitud de cosas que si podía hacer y todas las oportunidades que se me presentaban. Mis compañeros también fueron un pilar fundamental porque me ayudaron a volver al instituto para no perder el curso y llevaron la situación con muchísima normalidad para que no cambiara nada para mí.

P. ¿Qué mensaje le daría a una persona que acabe de pasar por lo mismo que usted?

R. Mi mensaje es que es fundamental tener sueño y objetivos y saber adaptarse a las circunstancias que nosotros no podemos controlar.

P. Antes de ello, usted era gimnasta acrobática. ¿Cuánto tiempo tardó en volver a hacer deporte?

R. No tardé nada en volver a hacer deporte porque mis padres me obligaron desde el primer momento. A pesar de que yo no quería, ellos sabían que sería lo que me salvaría de una depresión. El deporte te da motivos, te da razones por las que seguir luchando. Además, para una persona con discapacidad, el deporte puede macar la diferencia, porque es calidad de vida y te permite tener una actividad diaria de una persona sin discapacidad, por eso es muy importante mantenerse en forma.

P. ¿Cómo ha cambiado su vida desde que es atleta?

R. Mi vida desde que hago atletismo ha cambiado muchísimo, en primer lugar, porque vivo en la Residencia Joaquin Blume, con el resto de deportistas de élite del país. Allí tengo un seguimiento médico específico a mi condición de deportista, nutricionista, fisioterapeuta, psicólogo deportivo, biomecánico…en definitiva, todas las herramientas para que yo me pueda dedicar al deporte de manera profesional. Muchas veces es complicado (también porque lo compagino con mi carrera de relaciones internacionales y mi trabajo como conferenciante) pero soy muy feliz porque estoy haciendo lo que me gusta en unas condiciones inmejorables.

P. ¿Qué objetivo se marca a corto y largo plazo en el deporte?

R. A corto plazo mi objetivo es clasificarme para los juegos de Tokio 2020, que están a la vuelta de la esquina, aunque se que mi campeonato será Paris 2024 porque todavía tengo muchísimo margen de mejora y necesito más experiencia para posicionarme en lo más alto del atletismo adaptado a nivel profesional.

P. ¿Cómo es el día a día de Desirée Vila?

R. Mi día a día nunca es rutinario porque depende mucho de la fase de la temporada, de si tengo exámenes, de si tengo alguna charla… También trabajo como embajadora de algunas marcas y tengo un canal de YouTube, por lo que intento aprovechar al máximo las horas del día que me sobran después del entrenamiento (tanto las horas en el gimnasio/pista como el entrenamiento invisible, es decir, el fisio, nutricionista…) para estudiar y trabajar en todos mis proyectos.

P. ¿Cuáles son sus aficiones, aparte de hacer deporte?

R. Me gusta mucho leer y escribir (he publicado un libro), ir al cine y patinar. En general me encanta practicar otros deportes, aunque solo puedo hacerlo fuera de temporada, para no correr el riesgo de lesionarme. Y también, por supuesto, pasar tiempo con mis amigos y mi familia.

P. En 2020 se disputan los Juegos Paralímpicos en Tokio. ¿Veremos competir a Desirée Vila?

R. ¡Espero que si! Tengo la mínima B y estoy muy cerquita de la mínima A en salto de longitud (marca personal: 3.94, mínima: 4.07). Sería un sueño hecho realidad.

P. ¿Cómo se ve dentro de unos años?

R. Haciendo lo que me gusta, igual que ahora: practicando deporte, trabajando como conferenciante, formándome, aprendiendo, viajando…ahora mismo estoy viviendo una etapa muy feliz y muy completa y espero seguir disfrutando de nuevas oportunidades los próximos años también.

P. En 2018 publicó el libro ‘Lo único incurable son las ganas de vivir’. ¿Qué le llevó a publicar un libro autobiográfico?

R. Fue de casualidad, porque a mi siempre me había gustado escribir, pero nunca me había planteado publicar un libro. Lo fui creando poco a poco, explicando mi experiencia, detallando la recuperación, los sentimientos… Las aventuras en la gimnasia ya las tenía escritas en un diario y un día o junté todo y apareció la idea de hacer que saliera a la luz. Estoy muy contenta con el resultado y espero poder seguir escribiendo porque, además de ser terapéutico, creo que con mi experiencia puedo ayudar a muchas personas que estén viviendo una situación similar a la mía.

P. Los Juegos Paralímpicos tienen menos repercusión en los medios que los Juegos Olímpicos. ¿Por qué cree que ocurre esto?

R. Los Juegos Paralímpicos son todavía algo muy reciente. Poco a poco se está dando a conocer cada vez más el deporte adaptado y la discapacidad (a través de los medios, las redes sociales…) pero todavía queda un largo camino hacia la igualdad, aunque creo que algún día la lograremos, ya que es igual de fascinante ver una competición olímpica que paralímpica.

P. ¿Considera injusto que se trate diferente a unos y otros deportistas?

R. Claro que es injusto, porque un deportista tiene un trabajo, una dedicación y una disciplina que le ha llevado a donde está, y eso tiene que tener el mismo reconocimiento así tenga discapacidad o no, sea mujer u hombre.

P. Si tuviese que quedarse con el mejor momento de su vida. ¿Cuál sería?

R. Posiblemente la primera vez que me pusieron la prótesis deportiva y aprendí a correr de nuevo. A veces no valoramos algunas cosas que parecen demasiado sencillas hasta que dejamos de poder hacerlas, por eso hoy en día me siento muy afortunada por poder practicar este deporte.

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