Deporte femenino
Opinión

‘La vie en rose’, o no

Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer, un día en el que hay mucho que celebrar, pero en el que también hay que ser conscientes de que aún queda mucho por hacer para que todos seamos iguales.

Si se centra uno en el deporte, que es el ámbito que más nos compete, se dará cuenta de lo lejos que están aún las féminas de esa ansiada igualdad. No hay más que echar un vistazo a la prensa o la televisión para darse cuenta del ínfimo espacio que se les dedica. Ya lo criticó la nadadora Mireia Belmonte en 2013, tras batir un récord al que se no se dio la importancia suficiente en los medios: «Soy la primera mujer en bajar de los ocho minutos en la historia de la natación, pero es más importante el rumor de un fichaje o el color de pelo de Sergio Ramos».

Hay quien quiere vender que el deporte femenino no interesa y que por eso se le dedica tan poco espacio, pero lo cierto es que, si no se informa a la gente ni se les da la opción de verlo y adquirir una cultura del deporte femenino igual que la del masculino, el público nunca podrá juzgar si le interesa o no. No en vano, el pasado 28 de febrero el equipo español de gimnasia rítmica se adjudicaba el Oro en la final de cintas de la Copa del Mundo, un hecho que pasó inadvertido en los medios. Paradójicamente, el vídeo se hizo viral en Internet y eso hizo que saliese en los telediarios.

Como al final todo es como el pez que se muerde la cola, al no haber tanta cobertura mediática tampoco cobran igual, y cuando sí lo hacen, como es el caso de los Grand Slam en tenis, no faltan detractores.

En 2012, el tenista Gilles Simon aseguraba no entender por qué las mujeres cobraban igual que ellos, y comentó: «Mi punto de vista era sólo acerca del espectáculo… Mi punto es que tengo la sensación de que el tenis de hombres realmente es más interesante que el de las mujeres», y que por ello deberían cobrar más.

Lamentablemente, la igualdad económica no está tan extendida como en el tenis. A fecha de junio de 2015, la jugadora mejor pagada del mundo, la estadounidense Alex Morgan, ganaba 2,7 millones de euros al año, incluidos los patrocinios. Nada mal para el trabajador de a pie, pero un tanto ridículo si se compara con los 72 millones que se embolsó Cristiano o los 66 de Messi.

Por ello, la vie en rose (la vida en rosa) parece ser más cosa de ellos que de ellas, aunque este sea el color que se les quiera imponer. Y aunque son de agradecer los guiños en favor de la mujer, el llevar un color u otro definitivamente no es la solución. Porque ellas pueden ser del rosa o del que quieran.

Es evidente que se ha avanzado mucho desde los tiempos en los que incluso estaba mal visto que las mujeres practicaran deporte y no se les permitía competir, pero todo ese avance no debe hacer olvidar el largo camino que queda por recorrer, y al que afortunadamente cada vez se suma más gente. En este sentido se ha elaborado el Manifiesto por la Igualdad y la Participación de la Mujer en el Deporte, al que desde Olympo Deportivo nos sumamos y animamos a todos a hacerlo también, por un deporte más justo e igualitario.

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