Una semana más, la Champions League ha dejado muchos matices. Hay una gran cantidad de fútbol que analizar, pero la nota negativa la ha vuelto a poner un equipo español. Mientras que el FC Barcelona consiguió avanzar a los cuartos de final, el Atlético de Simeone se quedó a las puertas. La Juventus levantó las gradas de su estadio al son de los goles de un Cristiano Ronaldo soberbio.
Así, España se ha quedado con un solo representante en la máxima competición europea. Los principales vencedores son los equipos ingleses. La clasificación del Manchester City, arrolladora ante el Schalke 04, y del Liverpool, ante un Bayern bastante pasivo, permite a Reino Unido contar con cuatro equipos en la siguiente fase de la Champions.
Donde dije igualdad, digo Messi
No hay mayor nombre en Barcelona que el de Lionel Messi. El capitán hizo y deshizo a su antojo en el Camp Nou. El Lyon se plantó en la Ciudad Condal con una defensa de tres centrales, con vistas a frenar al argentino, a Suárez y a Coutinho. Con Denayer como líder de la zaga, la cual estuvo resguardada por Mendy y Dubois como carrileros, el conjunto galo trató de aguantar las acometidas culés. Incluso, el conjunto de Génésio gozó de varias ocasiones en las que participó el omnipresente Fekir. También Tousart destacó sobremanera en el césped, presionando con intensidad el juego blaugrana.
Sin embargo, Messi es demasiado futbolista para todo rival. Lo demostró en menos de veinte minutos, consiguiendo el primer tanto de la noche sin posibilidad de rebatirle. Continuó el festín del Barça por medio de Coutinho, quien se reencontró con el gol. Aunque el Lyon pudo darle el susto a Valverde cuando Tousart consiguió recortar en el marcador. Pero apareció él. El mago. Y el inigualable. Messi. Con una jugada que bien recordó a cierto mítico futbolista, el argentino, tras una conducción sublime, sentó a los defensas del Lyon con un recorte casi de videojuego. Y, por consiguiente, logró un gol más que merecido. El resto vino sin esfuerzo. Aunque la asistencia a Piqué en el cuarto tanto dio por sentado que el destino estaba escrito. Aunque la pluma, una vez más, la movió Messi.
Cristiano y un nuevo milagro
Como si de un gladiador se tratara, Cristiano Ronaldo logró la épica en Turín ante la pasividad del equipo de Simeone. Cuando todo parecía perdido tras el 2-0 de la ida, el portugués, con una actuación soberbia por su parte, consiguió la gesta al son de un magnífico planteamiento por parte de Massimiliano Allegri. Con una presió constante y por líneas liderada por Matuidi, Pjanic y Bernardeschi, el Atleti no consiguió generar peligro alguno sobre el área bianconera. Además, Emre Can logró anular por completo las tareas defensivas que ejercía Lemar, quien dejó un gran espacio entre él y Juanfran. Esto lo aprovechó en alto grado Cancelo, que vio por su carril una autopista para crear oportunidades.
Aunque el triunfador de la noche fue Cristiano. El nueve se impuso por tierra y por aire, anotando los dos primeros goles que dieron el empate en el global a la Juventus. A la postre, quiso disparar la pena máxima que forzó Bernardeschi tras una jugada extraordinaria. El luso no falló y dio el acceso a cuartos a un equipo que ha demostrado tener un nivel enorme. Y es ya un claro candidato para levantar la Orejona.
Inglaterra arrolla
Sin palabras dejó el City de Guardiola a los mineros de Gelsenkirchen. El 7-0 del Eithad Stadium asombró al mundo del fútbol. El equipo de Manchester no dio tregua al Schalke y logró el décimo gol de la eliminatoria casi sin esfuerzo. Por su parte, el Liverpool de Klopp batió al Bayern en un encuentro dinámico. Por golpes, los ingleses fueron más que dominadores del encuentro y se impusieron con una solvencia más que justificada.
Quedan, por lo tanto, ocho conjuntos en el camino hacia la final. Un español, un holandés, un italiano, un portugués y cuatro ingleses. Y con el recuerdo lejano de un trofeo fetiche para un equipo derrotado.