Desde que en 1991 China albergase el primer Mundial de fútbol femenino de la historia, la evolución de este deporte ha sido imparable. Han pasado 28 años de ese primer campeonato, en el que apenas 12 equipos se dieron cita para alzarse con el cetro continental.
Ahora Francia lo tiene todo listo para que el balón eche a rodar, las jugadoras salten al verde y los aficionados copen las gradas. En cuestión de horas, será de nuevo el centro de todas las miradas con la celebración de una nueva edición de la Copa del Mundo.
Estados Unidos defiende título
Serán 24 las selecciones que disputarán, en cuestión de horas, uno de los torneos más abiertos de los últimos tiempos. Resulta complicado predecir quién se alzará al final con la ansiada copa, aunque Estados Unidos parte ‘a priori’ como favorita para alzarse de nuevo con este trofeo. Las norteamericanas defienden el cetro mundialista tras imponerse en la última edición a Japón por cinco goles a dos. Carli Lloyd, una de las jugadoras más decisivas de la final con un hat-trick en 13 minutos, estará presente en la cita mundialista junto con figuras emergentes como Tierna Davidson.
Francia se postula como candidata al trono con la base del Olympique de Lyon, vencedor de las cuatro últimas Champions, y el ataque de las delanteras titulares de PSG, Montpellier y Burdeos. El éxito de la selección gala dependerá en gran medida de cómo se compenetren con las jugadoras del Olympique.
No se lo pondrán nada fácil otras selecciones siempre favoritas para alzarse con el título. Alemania con su quinta del biberón, Brasil y la veteranía de Marta y Formiga, la juventud de Japón, Inglaterra y Lucy Bronze… todas ellas tratarán de alzarse con un trofeo con el que todas sueñan pero que muy pocas consiguen.
La Roja llega a su segundo mundial
Desde que en 1997 la selección española debutase en la Eurocopa, el fútbol femenino ha sido un fenómeno en constante crecimiento. Hasta 2013 ‘La Roja’ no volvió a competir en un torneo a nivel internacional, y en esta ocasión cayó en cuartos frente a Noruega. Sin embargo, lo que más se recuerda de este torneo es la escasa preparación con la que llegó España, con apenas tres amistosos disputados.
En 2015 llegaba un nuevo reto para el combinado nacional. La selección española disputaba por primera vez en su historia un mundial de fútbol femenino. Pero en esta ocasión, de nuevo la preparación pasó factura a las jugadoras del conjunto español. Con apenas cinco encuentros previos que no sirvieron para testar el nivel de las rivales y un viaje cuatro días antes del debut, España fue incapaz de vencer en ninguno de sus partidos.
Tras la eliminación de España del Mundial, se apostó por la llegada de Jorge Vilda al banquillo de la selección en sustitución de Ignacio Quereda. Vilda, que ese año se había proclamado subcampeón en el
Europeo femenino sub-19, trajo consigo una revolución. En la clasificación para el Mundial de Francia fue la única selección europea en lograr un pleno de victorias, frente a Austria, Finlandia, Serbia e Israel.
Además, el combinado entrenado por Jorge Vilda ya ha testado sus fuerzas con algunos de los equipos más fuertes del panorama internacional. Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Canadá, o Japón han sido solo algunas de las selecciones a las que se han medido de cara a la cita mundialista que arranca en Francia.
En su último amistoso antes del Mundial, España logró un empate frente a Japón, la actual subcampeona del mundo. Jenni Hermoso adelantó a la selección desde el punto de penalti, pero Sugasawa igualó la contienda a falta de seis minutos para el final, cuando parecía que el encuentro iba a finalizar con un resultado favorable para las de Jorge Vilda. La sensación es que las de Jorge Vilda son capaces de vencer a cualquiera. Con un bloque consolidado y la mezcla de juventud y veteranía, España llega a Francia con ganas de soñar con todo.