La segunda división de Portugal es difícil de seguir, mientras que hay equipos que televisan en Youtube sus partidos, como Freamunde, u otros que incluso tienen su canal (SL Benfica B, Sporting CP B y FC Porto), de los doce partidos de cada jornada algunos quedan en el olvido ante la ausencia de imágenes. Y en nuestros días, la ausencia de imágenes es igual a la impunidad.

Si bien el curso próximo parece que tal circunstancia puede ser diferente, en la 2015/16 hemos vivido situaciones extrañas, como las referidas a las nominaciones arbitrales sin tener en cuenta el conflicto que suponía las localidades de procedencias y los contendientes en liza. En este sentido, un Farense vs Oporto B con un árbitro de Matosinhos (para entendernos es algo así como un árbitro de Móstoles en un Real Madrid-Granada con el título y el descenso en juego) marcó un hito.

Sin embargo, la mancha no es solamente esta. Nos ponemos en situación: el ascenso a la Liga Nos el domingo se lo disputaban Chaves, Portimonense y Feirense. Si bien los dos primeros se enfrentaban en el Algarve, los terceros en cuestión recibían a Gil Vicente.

Una vez que Portimonense y Chaves empataron a un gol, una victoria de Feirense mejoraba su destino sobremanera y lo dejaría a las puertas de la primera división, aunque el partido no corriera como se esperaba en Santa María a lo largo de 85 minutos. Y es que los visitantes mandaban en el marcador casi desde el comienzo, pero la igualdad llegó tras señalarse un penalti muy discutido a favor de los locales. El choque llegó a los últimos minutos con una victoria de Gil Vicente por 1-2. Sin embargo, tras 11 minutos de compensación y tres expulsados, Feirense le dio la vuelta al marcador (3-2) y acabó ganando el partido.

De esta manera el Portimonense dejó de tener la iniciativa en la lucha por la segunda plaza de ascenso, una vez que Chaves se aseguró la primera. Es decir, la vida cambió para un grupo de profesionales tras once minutos y tres expulsiones.

Es difícil de justificar, aunque tengamos que ir a valorar lances particulares y puntuales, pero en ocasiones la sencillez no es igual a la simpleza, sino que nos lleva a agilizar explicaciones. Y esta es la mancha de una competición, la Ledman LigaPro, que lo tiene todo para enganchar: igualdad, competitividad y razones para luchar hasta el último aliento.

Ahora todo pasa por una carambola, una vez que Feirense y Portimonense están empatados a puntos. Lo más probable es que ambos ganen sus encuentros, por lo que la línea entre el éxito y el fracaso habrá sido tan fina que no se habrá medido en metros, sino en minutos y en expulsiones.