Llegó la hora de la verdad. Con alguna que otra sorpresa y con alguna que otra decepción en la fase de grupos, el Mundial de baloncesto de China encara su última fase. Tras más de diez días de baloncesto, ya conocemos los nombres de las ocho selecciones que lucharán por el título.

El cuadro final está reservado para los mejores, ya sean las grandes favoritas (Estados Unidos, Serbia o España) u otros combinados que han logrado meterse contra pronóstico en la lucha por las medallas (República Checa o Polonia).

Otras, en cambio, no han tenido tanta suerte o no han podido/sabido rendir como se esperaba. La Grecia de Antetokounmpo, la Italia de Gallinari, Belinelli y compañía, y dos selecciones que siempre están al pie del cañón como Rusia o Lituania se han quedado fuera.

España, intratable en la Fase de Grupos

La selección de Sergio Scariolo empezó el Mundial con muchas dudas. A pesar de las victorias ante Túnez (101-62), Puerto Rico (63-73) e Irán (73-65), el combinado español sudó la gota gorda para poder superar a selecciones, a priori, muy inferiores.

Sin el talento de jugadores como Pau Gasol o Juan Carlos Navarro, los españoles tenían claro que era fundamental ofrecer un gran rendimiento defensivo y un plus de intensidad para poder afrontar con las garantías necesarias cualquier partido que les viniera en adelante. Y vaya si lo hicieron.

En la segunda fase, manteniendo aún el formato grupos y arrastrando los triunfos de la primera, los de Scariolo demostraron que estaban capacitados para luchar por absolutamente todo.

El duelo ante Italia (67-60) fue la carta de presentación de una selección que se exigió el máximo en todo momento. Juancho Hernangómez brilló en anotación y Victor Claver demostró que es uno de los mejores defensores de la competición, en un partido que no pudo cerrarse hasta el último cuarto.

Con un 4 a 0, las dudas se iban disipando poco a poco, aunque la prueba de fuego llegaba en el quinto partido. La selección española se enfrentaba a uno de los candidatos al oro, Serbia, que había propiciado una paliza a todos sus rivales hasta la fecha. Pero España se había guardado lo mejor para el final.

La defensa de Victor Claver, los puntos de Sergio Llull, la magia de Ricky Rubio y el liderazgo de Marc Gasol pasaron por encima de Serbia (81-69) en un partido en el que llegaron a mandar de 21 puntos, sobreviviendo a la exhibición de Bogdan Bogdanovic, que cerró el duelo con 26 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias.

Tres partidos para alcanzar la gloria

Con los deberes hechos y con la ilusión renovada, España buscará alcanzar la final en una parte baja del cuadro en la que parte como favorita.

El primer rival a batir será la Polonia de Mateusz Ponitka, AJ Slaughter y Adam Waczynski. El combinado polaco ha ganado cuatro de los cinco partidos que ha disputado en el Mundial.

Tras superar a Venezuela, China y Costa de Marfil en la primera fase, Polonia se aseguró su billete para los cuartos de final tumbando a Rusia. Su única derrota fue frente Argentina en el último duelo disputado, su peor partido del campeonato (65-91).

Si los de Scariolo logran superar a la selección polaca, se verán las caras con el ganador del partido entre Australia y la República Checa. Los australianos, igual que España, han ganado todos los partidos que han jugado, incluyendo victorias de mérito ante grandes selecciones como Francia (98-100), Lituania (82-87) o Canadá (92-108).

Los checos, por su parte, cayeron en la jornada inaugural ante Estados Unidos y, tras encadenar tres victorias (Japón, Turquía y Brasil), perdieron ante Grecia en el último partido.

Si España consigue acceder a la final, se enfrentaría al ganador de una parte alta del cuadro que se prevé temible. El primer duelo lo disputaran Argentina, que tiene un récord de 5 a 0 en el campeonato, y Serbia, una de las favoritas para llevarse el oro.

Estados Unidos, en cambio, tendrá que superar a Francia en un duelo de alto voltaje. Los grandes favoritos están arrasando y, superado el susto ante Turquía, buscarán la victoria ante un combinado francés que ha ganado cuatro de los cinco partidos disputados.