Kepa Arrizabalaga se ha convertido en el portero más caro de la historia del fútbol. Nunca se había pagado tanto dinero por un arquero, ni por un futbolista español. La burbuja del fútbol, liderada por la Premier League, está desatando unas cifras que hasta hace unos años eran prácticamente impensables.
La nueva ley del mercado ha obligado al conjunto londinense a desprenderse de 80 millones de euros para poder hacer efectiva la cláusula del portero del Athletic Club. Esta venta se sitúa entre las tres más caras de la historia de La Liga, tan solo por detrás de la de Neymar al PSG (222 millones) y la de Cristiano Ronaldo a la Juve (112 millones).
Lo cierto es que la falta de experiencia en competiciones de élite no ha sido un impedimento para que uno de los equipos más fuertes de Inglaterra haya apostado por este chico de Ondárroa para suplir a uno de los mejores arqueros del mundo: Courtois.
Para el Chelsea ha pesado más su juventud (23 años) y, sobre todo, sus tremendas cualidades y la madurez mental que ha demostrado en tan poco tiempo. En Lezama llevaban disfrutando de él desde 2004. Desde pequeño destacó en muchos aspectos, y los más asiduos a esas instalaciones temían que algún día llegase una oferta irrechazable.
En el foco desde muy joven
Durante su etapa juvenil no estuvo exento de lesiones, lo que quizás le ayudó a madurar mentalmente. Bielsa contó con él como tercer portero, por delante de otros canteranos de más edad. Las temporadas siguientes los técnicos del conjunto bilbaíno decidieron que lo más conveniente para el chico era que se foguease en Segunda División. Ponferradina y Valladolid le disfrutaron, y Kepa ofreció un rendimiento por encima de la media.
Todo esto convenció a Ernesto Valverde en la temporada 2016/17, en la que pasaría a formar parte del primer equipo del Athletic junto a Iago Herrerín y Gorka Iraizoz. La lesión de Herrerín le permitió acabar la temporada como guardameta titular en la competición doméstica, siendo incluido en el once revelación de la UEFA.
El pasado año existió un amago de fuga, pero según la prensa madrileña fue Zidane quien frenó su fichaje por el Real Madrid. Todo ese revuelo que se levantó en San Mamés le dejó varios meses sin jugar, pero tanto antes como después de ese lapsus de tiempo rindió a un gran nivel, lo que le sirvió para que Julen Lopetegui confiase en él para dar el salto a la Selección y para acudir al Mundial de Rusia 2018 como tercer portero.
La presión
Quizás el peso de ser el portero más caro de la historia no juegue a su favor. Tampoco el hecho de tener que sustituir a uno de los arqueros más fiables del mundo. Pero aunque sea a menor escala, Arrizabalaga sabe lo que es sentir la presión de jugar en San Mamés, también la de ser el titular en un equipo tan exigente como el Real Valladolid. Siempre ha respondido, y no hay motivos para pensar que ahora no lo vaya a hacer.
Su estilo caza muy bien con el inglés. Sarri cuenta con zagueros de garantías, que a buen seguro harán más llevadera su misión en Stamford Bridge. En su haber, un Europeo Sub-19 y un segundo puesto en la Eurocopa Sub-21 de 2017. Kepa desprende seguridad bajo el larguero, y va bien tanto por alto como bajo.
Aunque los 80 millones quizás sean una exageración propia del mercado, las sensaciones y la trayectoria de este formidable portero hacen de su fichaje una apuesta segura para el Chelsea. De presente y de futuro.