El Restaurante Oriza, ubicado en Sevilla, ha acogido una mesa redonda con motivo del Día de la Mujer bajo el nombre de ‘La superación como medio para el desarrollo de proyectos colaborativos de mujeres’. Al acto han acudido dos deportistas de élite, la triatleta María Pujol y la alpinista Lina Quesada. Ambas han apostado por visibilizar proyectos a través de la economía colaborativa ‘en femenino’.
Este coloquio, organizado por la plataforma ‘Mujeres Valientes’, ha abordado distintos casos de éxitos ejemplificados en la triatleta sevillana María Pujol, campeona de España y Andalucía de Triatlón Cros, entre otros títulos, y miembro del Top 100 Mujeres Líderes en España en la categoría de cultura, ocio y deporte; así como en Lina Quesada, Premio Meridiana 2018 y primera andaluza en coronar el Everest.
En este sentido, y según recoge Europa Press, la periodista y fundadora de ‘Mujeres Valientes’, María José Andrade, ha explicado que su proyecto, que nace en 2015, tiene el objetivo de dar visibilidad a mujeres que tengan la capacidad de provocar cambios en las estructuras políticas, económicas, sociales y mentales. Así, mujeres con una gran capacidad de trabajo, proyectos interesantes y trayectorias profesionales y personales desconocidas tendrían «una plataforma de apoyo de distinta índole gracias a una red de economía social colaborativa».
Según un estudio de la consultora Nielsen, el 53% de los españoles estaría dispuesto a compartir o alquilar bienes en un contexto de consumo colaborativo, lo que sitúa a España entre los países de la Unión Europea con mayor potencial de crecimiento en este tipo de economía.
En este caso concreto, a través de la ‘marca mujer’, se reivindica que el modelo de economía colaborativa termine también con la discriminación entre hombres y mujeres; así como que se haga extensivo el uso de plataformas que posicionen proyectos de género que no cuentan con financiación o son «invisibles» al resto de la sociedad.
El modelo que propone ‘Mujeres Valientes’ se abre camino cada vez con más fuerza entre las emprendedoras y empresarias andaluzas, siendo un proyecto pionero en la provincia de Sevilla en lo que se refiere a contenido original y a las diferentes formas de asesoramiento especializado que presta.
Una disciplina tradicionalmente masculina
María Pujol, embajadora de la Fundación Vicente Ferrer, en el Top 100 de Mujeres líderes en España en la categoría cultura, ocio y deporte; así como colaboradora de la Fundación Ana Bella, entre otros proyectos, ha explicado su andadura durante estos años, en donde ha tenido que «hacerse hueco en una disciplina tradicionalmente masculina», en la que además prevalecía «la falta de medios y financiación».
Tras años de lucha, en la que aún sigue inmersa, Pujol ha ayudado a otras mujeres y hombres a convertirse en triatletas. Para ello, cuenta con dos escuelas de triatlón en el barrio sevillano Parque Alcosa y la urbanización Simón Verde; así como ha fundado el club #NosotrasSI, cuyo objetivo es el fomento de la actividad física y la salud en la mujer. Este club se reúne todos los lunes en la Plaza de España en torno a las 20,30 horas.
Después de recorrer medio mundo y ser reconocida a nivel internacional, para la joven triatleta sevillana todavía existen dos barreras de género en esta disciplina, como son la falta de financiación de empresas e instituciones y la conciliación laboral y familiar.
Por su parte, la alpinista Lina Quesada ha puesto sobre la mesa las diferentes «dificultades y obstáculos» que se ha encontrado desde el principio en esta disciplina, también «tradicionalmente masculina». En su caso, no sólo ha sido la financiación y la falta de medios los condicionantes en su carrera como deportista; sino que también se ha tenido que enfrentar a comentarios en los que «la mujer se supedita al hombre».
En su caso concreto, Lina lleva a cabo proyectos de cooperación internacional en Sudamérica, así como colabora a nivel regional en aquellos ámbitos en los que pueda ayudar. Según ha comentado, «por ser la primera mujer andaluza en subir 8.000 metros, he tenido un reconocimiento público que me ha ayudado con muchas peticiones en las administraciones». Asimismo, ha organizado la primera expedición femenina al Monte Elbrús en el Caúcaso en 2007, en donde cinco mujeres andaluzas llegaron a estar en la cumbre.
Tras la presentación de los distintos proyectos en relación a la mujer y el deporte, el Restaurante Oriza ha organizado una cata de vinos andaluces ‘en femenino’ de la mano de las bodegas Viñafiel y Viñalicor junto con la bodega Villalua. Esta degustación, acompañada de tapas maridaje, ha sido presentada por el sumiller Matías Vela.