De algo podemos estar seguros, la felicidad –aunque a veces lo creamos- no tiene nada que ver en cómo vives, cuánto tienes, si está en tus manos el móvil más sofisticado o la gabardina más cara del mundo. Nada que ver. Ante todo, la felicidad, es una actitud, es de qué manera vives el día a día. Eso lo tiene claro Matteo Berrettini, el tenista número ocho del mundo.
¿Todo esto te suena a un comercial de televisión? No lo es, en realidad es una de las conclusiones del World Happiness Report que mide los índices de satisfacción personal basado en datos de estilo de vida, económicos, psicológicos y hasta neurológicos.
Esta mirada de Matteo la obtuvo cuando con Italia fue a la India para una de las series de la Copa Davis. “Ese viaje me hizo volver a tocar la tierra, te das cuenta que hay personas que realmente viven con muy poco y, a pesar de eso, son felices”.
El tenista italiano charló con Olympo Deportivo sobre la pobreza, el compromiso de los tenistas de la ATP con los problemas del mundo y el poder del deporte para tener un mundo mejor.
Matteo Berrettini participa activamente con ActionAid, una ONG que se creó en Sudáfrica en 1972, cuando ni siquiera estaba en planes de sus padres. El italiano, una de las sensaciones de la gira el año pasado y quien no está en el Abierto Mexicano de Tenis por una lesión, admite que los tenistas están conscientes de los problemas del mundo, “algunos son más activos que otros”.
ActionAid ahora tiene oficinas en 45 países y entre sus causas están: derechos de las mujeres, crisis humanitarias, justicia climática, apoyo a niños.
“Empecé a trabajar con ActionAid hace unos años, cuando aún no era un jugador de este nivel, y me llamó la atención su historia, cómo tratan de ayudar a las niñas en dificultades en Asia Oriental, especialmente en África, y envío mensualmente dinero para tratar de hacer que estas chicas vivan de la mejor manera posible”, dice Matteo Berrettini.
Para la el filósofo alemán Immanuel Kant, “la felicidad; más que un deseo, alegría o elección, es un deber”. Ojalá el mundo cumpliera ese deber.
Pregunta. Viajar constantemente, ver diferentes contextos, culturas, ¿ayuda al tenista a mirar cómo es el mundo o lo aleja de la realidad por los lujos y beneficios que puede tener en su carrera?
Respuesta. Creo que viajar es algo muy interesante desde todos los puntos de vista, por supuesto que viajamos por trabajo, pero también tenemos la oportunidad de ver situaciones hermosas, situaciones un poco más incómodas. Recuerdo que el viaje a la Copa Davis a la India me afectó el año pasado. Regresé a Europa, mi tierra natal y empecé a mirar a las cosas con un ojo diferente, te hace volver a la tierra, te das cuenta de que hay personas que realmente viven con muy poco y, a pesar de eso, son felices. Los tenistas podemos hacer todo lo posible para combatir la pobreza, la injusticia, el cambio climático.
P. ¿Cómo definirías la pobreza en el mundo actualmente?
R. Creo que la pobreza en el mundo es un problema muy complicado, muy difícil de resolver, pero al mismo tiempo si todos comenzamos a pensar un poco más sobre las soluciones, creo que la situación mejoraría mucho. Es cierto que es difícil obtener resoluciones y dinero para llegar a las personas que están en dificultades, pero creo que un mejor uso de los recursos que tenemos podría ayudar mejor a todas las personas desafortunadas.
P. Más allá de ser embajadores en ONG’s, ¿qué acciones puntiales pueden tomar los tenistas profesionales como actores de cambio en las problemáticas del mundo?
R. Creo que los deportistas tienen un fuerte impacto en la opinión pública y, por lo tanto, unidos en una dirección, podrían cambiar ciertas cosas. Es obvio que cada quien tiene sus prioridades, algunos están más interesados en los niños, otros en la contaminación y algunos en la pobreza en general. Pero creo que, teniendo una gran visibilidad, podríamos hacer bien para combatir los problemas del mundo.
P. Admiras a Roger Federer y Rafa Nadal, ¿si tuvieras que dar tres lecciones de liderazgo a través de ellos qué dirías?
R. Creo que ambos tienen esta gran pasión, ambos tienen un gran impacto en la imagen de sus fanáticos, son muy populares. Hacen todo para ayudar. Federer tiene una base muy grande en África, Rafa tiene una base que, por ejemplo, ayudó mucho durante la catástrofe que sucedió en las islas donde vive (Mallorca). Ciertamente es algo para admirar.
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