Llegó la segunda jornada de los cuartos de final de la Champions League. No se esperaba una semana de sorpresas, pero dos equipos se encargaron de acabar con la trivialidad del fútbol. El Tottenham se vistió de gala y tiró de garra para hacer que el City de Guardiola naufragase en su intento de alcanzar, al fin, una semifinal europea de tanto prestigio. Una vez más se le escapo el premio de las manos.
Aunque no fue el único que sufrió un desliz importante. Cristiano Ronaldo, sin ser ya jugador del Madrid, sufrió el dolor que le causó el verdugo madridista también a la Juventus, ahora en los cuartos de final. El tremendo Ajax de ten Hag calló muchas bocas y selló un pase histórico a una fase prácticamente inalcanzable meses atrás. Aunque, de alcanzar la final de Madrid, tendrán que pugnar con rivales como el FC Barcelona o el Liverpool, que arrollaron en sus respectivas eliminatorias sin ningún atisbo de compasión.
Una noche de gloria ante un rival desatado
La noche Champions más placentera para muchos y más desoladora para el resto tuvo lugar el miércoles. El encuentro de la jornada iba a ser el de dos ingleses que lucharon con todas sus fuerzas hasta el pitido final. Y que, además, acabó con un premio inesperado. El Tottenham de Pochettino sorprendió al mundo entero eliminando a un Manchester City que no logró superarle. Y eso que contó con opciones. De hecho, un gol en los últimos instantes del partido de los citizens llevó el éxtasis a las gradas, pero el VAR apareció y… lo anuló.
Así, y con unos Eriksen y Son revolucionados, los hombres del Tottenham pudieron levantar las sólidas líneas defensivas del Manchester, que no mostraron ser compactas en ningún momento. Ganaron con justicia y con un gol de Fernando Llorente que provocó muchas lágrimas de alegría. Y todas con merecimiento y justicia ante la impotencia de los delanteros locales que no lograron batir a un Lloris magnifico.
CR7 añora al Madrid tanto como el Madrid a él
El martes también tuvo mucha Pasión. El Ajax visitaba a una Juventus que no quería sufrir en sus propias carnes el martirio por el que pasó el Madrid de Solari. Tal fue así que Cristiano Ronaldo adelantó a los turineses en menos de media hora. La eliminatoria parecía encarrilada, pero el Ajax se quitó de encima todos los complejos y comenzó a hilar un fútbol de una belleza impoluta. Con un van den Beek omnipresente y un juego entre líneas digno del mismo Cruyff, el conjunto holandés hizo muchas travesuras entre la defensa italiana para tejer una victoria que supo a eternidad.
De Ligt, imperial en lo suyo, permitió a los chicos de ten Hag lucirse con una madurez incuestionable. A pesar de la entereza de un Pjanic que se hizo mariscal de la zona, la Juventus no supo frenar las acometidas veloces y bien hiladas de un Ajax que logró dos goles muy merecidos. Y Cristiano, así, añoró los tiempos de gloria no tan lejanos que vivió en Madrid. Al tiempo que el propio Real Madrid lloraba recordando esos momentos que tanto ansía ahora.
El Barcelona no sabe lo que es perder
El vencedor sin complejos y con todas las de la ley apareció en la Ciudad Condal. El Barcelona de Valverde se agarró a la Champions, al fin, usando todo su potencial para arrollar a un United que no pudo hacer nada. Aunque comenzó golpeando primero, con unos ataques agresivos desde los primeros minutos, el equipo de Messi es incontestable.
La dupla que forma el argentino con Luis Suárez volvió a funcionar de maravilla, descolocando por completo a una zaga inglesa nada acertada. Además, De Gea ayudó en demasía a los culés, que vieron en el español una buena oportunidad para brindar a su afición otra gran noche de grandeza. Hasta Coutinho se unió a la fiesta, que se reivindicó con un gran gol y una actuación a la altura de la gran noche.
El postrero encuentro de la jornada lo disputó el Liverpool ante el Oporto. Mané, Salah y van Dijk fueron los nombres protagonistas de una noche aciaga para Portugal. El 1-4 de los de Klopp hizo que Inglaterra continuara de fiesta, plantándose dos equipos británicos en unas semifinales casi históricas.