- Primoz Roglic ha hecho historia. Se ha convertido en el primer ciclista esloveno en ganar la Vuelta a España.
El ciclista de Jumbo-Visma ha sido el capo de la carrera, cogiendo el liderato en la crono de Pau y manteniéndolo sin demasiado sufrimiento hasta el podio de Madrid. Dominó la carrera con un gran sentido táctico, aprovechando a su equipo y también las circunstancias para mantener la renta conseguida en la contrarreloj y la etapa de Los Machucos e ir con viento a favor hasta el final.
Tras él, el inmortal Alejandro Valverde. El ciclista de Movistar sufrió finalmente para mantener un merecidísimo podio, pues ha sido uno de los ciclistas más fuertes y regulares de la carrera. Fruto de ello, se planta en el cajón de Madrid por séptima ocasión en su carrera deportiva.
Y la gran sensación de la carrera. La estrella, podríamos decir. Y es que las actuaciones de Tadej Pogacar son ya historia de esta carrera. Con tan solo 20 años ha conseguido tres triunfos de etapa en tres auténtico etapones de montaña y dando auténticas exhibiciones. Especialmente la última, en Plataforma de Gredos, ha sido épica al lanzar un ataque lejano, aguantar el empuje del grupo principal e imponerse con una brutal autoridad en meta, arrebatándole la tercera plaza a Nairo Quintana.
Precisamente el colombiano y su compatriota Miguel Ángel López han sido los grandes ‘perdedores’ de la carrera. Al de Movistar le queda el consuelo de haber ganado una etapa; al de Astana, el reconocimiento y la satisfacción de haberlo intentado en cada kilómetro de subida y hasta el final. Majka, Kelderman, Hagen, Soler y Nieve completaron la General.
A continuación, analizamos cómo fue la última semana de competición en la ronda española:
Guadalajara: Quintana toma ventaja en la lucha por el podio
Los abanicos dejaron a Quintana y Kelderman por delante con una treintena de ciclistas. El equipo Jumbo intentó cerrar el hueco al principio pero se quedó sin compañeros. Astana salvó la papeleta del líder. Ganó Gilbert con un gran ataque en el repecho final.
La semana comenzaba con una jornada aparentemente de transición hacia Guadalajara, en la que los velocistas y los cazaetapas se frontaban las manos. Pero más de uno se frotó los ojos al ver a Movistar formar un abanico. El conjunto teléfonico ha ido trabajando estos movimientos en los últimos años y logró meter a cuatro hombres en el corte delantero, entre ellos, Nairo Quintana.
El colombiano, junto a Erviti, Rojas y Oliveira –menudos tres- encabezaron el correcalles en el que se convirtió la jornada. Por detrás, los Jumbo-Visma se ‘cebaron’ en perseguir y les salió caro pues dejaron a su líder solo muy pronto, demasiado. Roglic se vio obligado a correr a la contra y, por suerte para él, Astana cogió el mando del grupo intentando que Miguel Ángel López no perdiera comba en la general y mantuviese sus opciones de podio y victoria. Los kazajos salvaron la papeleta no solo al colombiano sino también al líder de la carrera y a Tadej Pogacar.
Por delante, Quintana y Kelderman (Team Sunweb) fueron los grandes beneficiados pues obtuvieron una renta de cinco minutos y medio con respecto al grupo de principal. De esta manera, el colombiano se ponía tercero y apretaba la lucha por el podio, con dos Movistar pisando cajón y un Roglic que, pese a los nervios y a los problemas de su equipo, mantenía a raya a su principal rival, Alejandro Valverde.
La victoria en la etapa se la llevó un tal Philippe Gilbert (Deceunink-Quick Step) que volvía a exhibirse tras su triunfo en Bilbao la semana anterior. No tuvo rival el belga en el repecho final de Guadalajara.
Roglic juega bien sus cartas en la Sierra de Madrid
La carrera llegaba a una etapa decisiva. Aunque en diferentes circunstancias, la Sierra de Madrid ya le arrebató la victoria a un Tom Dumoulin cuyo equipo no supo jugar la partida de ajedrez que planteó el Astana de Fabio Aru en el encadenado del Sistema Central. En esta ocasión, Jumbo-Visma y Primoz Roglic sí que supieron jugar bien sus bazas y, a la hora de la verdad, el propio líder de la carrera respondió cuando más lo necesitaba.
Y es que la jornada comenzó con los equipos de los grandes capos de la carrera enviando a sus gregarios hacia adelante. Todos metieron a alguien en la fuga en las primeras rampas de Navacerrada. Incluso el conjunto del líder pudo meter a Robert Powless por delante, una ayuda fundamental en la parte decisiva de la etapa. Una ayuda que no tuvo el citado Dumoulin años atrás.
La carrera comenzó a decidirse en la segunda ascensión a La Morcuera (1ª), el alto con las rampas más duras de la jornada. Ahí lo probó con fiereza Miguel Ángel López tras una aceleración en bloque de Astana. El colombiano lo intentó hasta en dos ocasiones, pero el trabajo de Movistar y, especialmente, de Sep Kuss, anuló los ataques de Superman. Se dejó caer Powless para controlar una vez Kuss no pudo seguir imprimiendo un buen ritmo y fue cuando López lo volvió a intentar para marcharse junto a Alejandro Valverde (Movistar Team) y Primoz Roglic.
A ese terceto se unía instantes después Rafal Majka (Bora-Hansgrohe), con piernas y ganas a partes iguales y Omar Fraile, quien había estado en fuga y que echaba un gran cable a su líder. Por detrás, los que sufrían eran Nairo Quintana, quien contaba con la ayuda de Marc Soler, y Tadej Pogacar (UAE-Emirates), quien sufría la parte oscura de la carrera.
La lucha, de grupo a grupo, de tú a tú, acabó con Sergio Higuita (EF-Education First) bregando hasta el final y logrando una gran victoria en Becerril de la Sierra, tras una dura jornada en la escapada, y el grupo del líder, junto a Valverde, López y Majka, entrando a 15 segundos. Quintana y Pogacar, los grandes damnificados del día, entraron a un minuto de sus más directos rivales.
Un día más, y como reza el titular, Roglic ejerció de capo. Ayudado, como no, por el bloque del Jumbo-Visma, apenas se le vio sufrir, más allá de tener que apretar los dientes ante los demarrajes de López. Una vez se conformaron los grupos solo tuvo que colaborar y dejar ir la carrera con Alejandro Valverde, su rival más cercano, a su rueda. En esas circunstancias, la lucha por el podio llamó al conservadurismo y la pelea por la tercera posición se apretaba con 1:20 entre Quintana, López y Pogacar. Un tiempo que dejaba las cosas abiertas de cara a la penúltima etapa en la Sierra de Ávila.
Una ‘transición’ con polémica y fatiga
Pero si alguien pensaba que la jornada con final en Toledo iba a ser pura transición hasta la última gran etapa de montaña de la Vuelta a España estaba muy equivocado. El viento volvió a hacer de las suyas en un día con un perfil más o menos llano pero con muchos repechos. Pero no fue el viento el que provocó la gran tensión de la jornada, sino una fea caída en una curva peligrosa en bajada que puso en jaque la carrera.
El incidente se produjo en la parte delantera del pelotón y afectó, entre otros, a Roglic y López. Por delante, Movistar se puso a tirar justo tras la caída. “Era la estrategia”, dicen desde el conjunto teléfonico. Algo de lo que muchos dudan. La polémica estaba servida. Una polémica que se iba a ir agrandando pues la UCI amenazó al conjunto español que tuvo que bajar el ritmo y esperar la llegada de los hombres importantes que se habían visto involucrados en la caída.
Lo volvió a intentar Movistar más adelante, insistía en buscar unos abanicos que ya les beneficiaron dos días atrás. El grupo se impuso en esta ocasión y todos llegaron a Toledo juntos, viendo como Remi Cavagna se exhibía con un demarraje seco desde la fuga, a 20 kilómetros de meta, demostrando que el conjunto Deceunink-Quick Step es tremendamente fuerte en este tipo de terrenos. Finalmente, tras una jornada de muchísima tensión y polémica –que siguió durante las horas posteriores- las espadas llegaban en todo lo alto antes de la última gran etapa de la Vuelta a España 2019.
La coronación de Roglic y la traca final de Pogacar
Y llegó al esperada etapa de la Sierra de Ávila. Y esperada no tanto por las rampas de sus puertos sino por tratarse de un terreno de media montaña, pajarero y con repechos propicio para emboscadas. Eso sí, poco o nada sufrió el líder de la carrera que pudo limitarse a seguir la rueda de sus rivales, enfrascados en la batalla por el podio.
Fue Astana, como es habitual, el que encendió la mecha tras un inicio de etapa explosivo con mil y un ataques en busca de la estrategia. Pero fueron los kazajos los que entraron con fuerza a 72 km de meta en el Puerto de La Chia (3ª). Esa mecha acabó de explosionar en el puerto más duro del día, Peña Negra (1ª) en donde Miguel Ángel López, tras un acelerón de Fuglsang, lo probó sin suerte hasta en dos ocasiones. Lo probó el colombiano buscando el podio pero se llevó un mazazo descomunal.
Y es que a la tercera fue la vencida, pero para Tadej Pogacar. El joven esloveno saltó con un demarraje seco y no le vieron hasta la meta. Sí sí, a un ataque a 40 km de la línea de meta que acabó con un éxito doble. Lo probó Valverde al poco de moverse el de UAE Emirates pero el campeón del mundo no siguió adelante pese a abrir hueco con el resto de hombres fuertes. Prefirió resguardarse al amparo de su equipo. Pero la jugada a punto estuvo de costarle muy caro.
Pogacar marchaba con fiereza, entre la lluvia y la niebla de la Sierra de Gredos, como una exhalación hacia la cima de la famosa serranía española. En escasos kilómetros de subida, el esloveno ya gozaba de un minuto de ventaja. De hecho, cuando Valverde intentó el demarraje, ya tenía más de 50 segundos. A ritmo, a su ritmo, potente, muy potente, el ciclista de UAE Emirates empezó a amenazar el doble podio de Movistar. Y es que pese al ritmo de los Movistar, con Pedrero y Soler tirando en el llano entre puertos, Pogacar inició el alto final, Plataforma de Gredos (3ª) con 1:42 sobre el grupo.
No podían entre Movistar y Astana con el hombre que cabalgaba firme hacia la victoria y apenas pudieron quitarle tiempo ni a ritmo ni a demarrajes. Lo probaron Fuglsang, Persteiner, Majka… Pero, a tres kilómetros del final, el esloveno tenía asegurada la victoria y prácticamente el podio, con 1:37 de ventaja. Y amenazando la segunda posición de Valverde. Sabedor de ello, el campeón del mundo se vio obligado a responder en primera persona, cambiando el ritmo de dos kilómetros y medio de meta, llevándose a su rueda a Majka y Roglic. El que no iba tan bien era López, extasiado tras tantos demarrajes a lo largo de la carrera.
Valverde apretó y consiguió salvar el segundo lugar, pues Pogacar, la estrella del día y posiblemente de la carrera, entró en meta con 1:32 de adelanto. Tras conocer un lado un poco más amargo dos días atrás, el esloveno alzaba los brazos por tercera vez en la Vuelta a España y conseguía colarse en el podio, desbancando a Nairo Quintana. Junto a Valverde y Majka entraba el ganador de la carrera, Primoz Roglic, reventado de seguir a sus rivales pero habiéndose impuesto sin titubear y siendo el capo, dueño y señor de la carrera.
Madrid y la diosa Cibeles coronaron un día después a los grandes campeones de esta Vuelta a España 2019. Roglic, Valverde y Pogacar subieron al podio final, con el primero que se llevó el maillot rojo de líder y el verde de la regularidad. Por su parte, el ciclista de UAE Emirates se llevó también el maillot blanco de mejor joven.
El maillot de la montaña fue para Geoffrey Bouchard (AG2R) mientras que el mejor equipo fue el Movistar Team. Por su parte, Miguel Ángel López recibió el premio de la combatividad. La prestigiosa volata final en Madrid, por cierto, se la llevó Fabio Jakobsen (Deceuninck-Quick Step).
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