Su nombre es señal inequívoca de su provincia de origen. Ingeniera de Telecomunicaciones y enamorada del rugby, esta granadina de nacimiento y malagueña de adopción ha logrado enmarcar su nombre en lo más alto del rugby mundial, al convertirse a finales del 2015 en la primera mujer finalista en los premios World Rugby, los más prestigiosos del deporte del balón oval.
Ha arbitrado Series Mundiales, en el Mundial de Francia 2014 y en el Seis Naciones de 2015 y 2016. Acumula más de una década como jugadora profesional y otros tantos años como árbitro, opción que le hizo colgar las botas en 2013 para dedicarse exclusivamente a impartir justicia. Segura de sí misma y sencilla donde las haya, Alhambra Nievas nos atiende en Málaga, donde todo comenzó.
Pregunta. ¿Cómo ve el nivel de España en estos momentos?
Respuesta. Hemos pasado unos años difíciles. Llevábamos una dinámica buena que se ha roto un poco, sobre todo por cuestiones económicas, que nos ha afectado a la Federación, pero creo que se ha recuperado un poco el movimiento de intentar ir hacia arriba. Hay más números de licencia y parece que está mejorando un poco la imagen que tenemos fuera y la confianza de empresas para patrocinar el rugby y apoyar a los equipos y a la Federación. Todavía tenemos muchas cosas que mejorar, pero soy optimista en que vayamos poco a poco consiguiendo estar más arriba a nivel mundial.
P. «Sin el equipo, no eres nadie», escribió en su blog. En deportes colectivos como el rugby, ¿qué opina de los premios individuales?
R. Bueno, al final los premios casi siempre son individuales. También nos han dado premios como equipo. La universidad de Málaga nos dio un premio a la sección de rugby, a todo el equipo, pero al final siempre hay alguien que destaca un poco más y creo que es natural. En este mundo competitivo nos gusta hacerlo más individual, pero yo siempre que he recibido una distinción, una nominación o un premio creo que hay mucha gente detrás, que no es solo por mi trabajo. Es por muchos otros factores que implican a muchas otras personas que considero mi familia y mi equipo.
P. El rugby destaca también por el respeto a los árbitros, un respeto que dista mucho de lo que se ve en otros deportes como el fútbol. ¿Cree que la del árbitro es una figura demasiado demonizada?
R. Yo tengo una opinión, pero entiendo que es políticamente incorrecta. Creo que nuestra sociedad, en España en particular, la imagen del árbitro es tan negativa por el fútbol, porque, al final, el fútbol utiliza la figura del árbitro para crear polémica porque el fútbol se alimenta de la polémica. Para mí el fútbol es un negocio y necesita estar rodeado continuamente de polémica para tener ese negocio, y uno de los factores es el árbitro. Por ejemplo, mucha gente se sorprende y se pregunta por qué no hay un juez de televisión para que cuando haya una jugada dudosa en la que el árbitro no está seguro de lo que ha pasado o no lo ha visto lo pueda comprobar. Y yo creo que no lo incorpora porque de alguna manera se acabaría esa polémica.
Particularmente creo que es por eso, y de hecho nosotros, aunque en el rugby estamos muchos más respetados, hay algunas situaciones que yo creo que se dan en España y no en otros países por esa herencia o esa cultura de ver al árbitro como una figura negativa.
P. ¿Cómo cambia el entrenamiento de una jugadora a la de un árbitro?
R. Una de las cosas que yo he cambiado más radical es que cuando era jugadora entrenaba con el equipo y luego tenía aparte una preparación física extra que yo hacía por mi cuenta, a veces sola y a veces con compañeras, y a raíz de hacerme el contrato profesional y tener que pasar unas pruebas físicas duras entendía que la preparación física tenía que ser también muy buena, así que tengo la suerte de contar con el equipo de El Cano en Málaga y con mi entrenador Manuel García Silleros, que es el mánager de El Cano. Gracias a que ellos son también mi patrocinador, porque me están apoyando sin pedirme nada, me están cuidando todo. Me llevan toda la planificación de entrenamientos, si necesito fisioterapia, la nutrición, todo. Cuidan cada detalle y, afortunadamente, eso ha repercutido en que mis marcas han ido mejorando y que luego, lo más importante es que rindo en el campo gracias a que físicamente estoy bastante bien.
P. ¿Qué tipo de pruebas hay que pasar para convertirse en árbitro profesional?
R. Pues mira, hicimos una ventana de testeo en noviembre. Nos hicieron pruebas físicas en el primer torneo en Dubái, donde estábamos todos los árbitros masculinos y femeninos. Luego también he pasado unas pruebas físicas para el Seis Naciones femenino y ahora tenemos que hacer una segunda ventana de testeo, porque en abril tenemos varios torneos.
Las pruebas que nos hacen son composición corporal; velocidad pura, que son 40 metros de velocidad; resistencia a la velocidad y resistencia aeróbica. Son pruebas bastante exigentes. Este año nos han puesto objetivos individuales, lo que significa que si haces una marca, la próxima vez te van a pedir mejorarla. No se conforman con lo que tienes, siempre te exigen un poco más.
P. ¿Cuál es su rutina?
R. Normalmente entreno cuatro días: dos son carga, uno de recuperación y otro de activación, más el día de partido. En total son cinco días de carga total y dos de descanso, porque el descanso también es muy importante para un deportista. Y luego, pues cuidar la alimentación. Te puedes dar un capricho, pero hay que cuidar mucho el tema de la nutrición.
El trabajo técnico es el partido, revisarlo, ver el vídeo, sacar unas conclusiones; normalmente intento trabajarlo con alguien para tener otro punto de vista y que nos pongamos de acuerdo para fijar unos objetivos para el siguiente partido, saber qué estoy haciendo bien y qué puedo mejorar. Y luego pues hacer una preparación previa al partido y el partido en sí.
*Accede a la primera parte de la entrevista, publicada en #OlympoDeportivo12
