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Thibaut Pinot, carácter ‘Monumental’

Carácter, fuerza, condición, ambición… La lista de cualidades que han llevado a Thibaut Pinot a conquistar el primer Monumento de su carrera deportiva es interminable. Un ciclista hecho para pelear por la general de las grandes vueltas pero que se está reconvirtiendo, y de qué forma, en un ‘cazavictorias’ de prestigio imparable. Una temporada que llegaba de manera agria a la Vuelta a España y el francés ha sabido darle la vuelta a la tortilla. Ha arribado en un momento de forma espectacular a esta recta final de año y ha conseguido una de sus mejores victorias de su carrera deportiva: Il Lombardia.

El de la FDJ era el gran favorito a la victoria, visto su nivel en la Vuelta a España -donde ganó dos etapas de montaña-, en el Mundial -donde trabajó de gran manera para Bardet y Alaphilippe- y en la Milán-Turín, donde ganó y se postuló como gran candidato al triunfo en la Clásica de las Hojas Muertas. El francés estuvo en el ataque selectivo con Nibali en Colma di Sormano, supo sufrir en el descenso e imponer un ritmo fuerte en Civiglio para quedarse en solitario, para imponerse con autoridad en la línea de meta de Como, para convertirse en ‘Monumental’.

Vincenzo Nibali sufrió mucho en la parte final pero tiró de garra para acabar segundo y Dylan Teuns encabezó el sprint por la tercera posición. El mejor español fue Ion Izagirre, sexto, mientras que Valverde acabó undécimo.

Los primeros tres cuartos de carrera fueron previsibles, con una fuga de no demasiado nivel que fue controlada merced al ritmo de Movistar, FDJ y Barhein-Merida. Davide Ballerini (Androni Giocattoli), Umberto Orsini, Alessandro Tonelli (Bardian-CSF), Florian Sénéchal (Quick Step), Franck Bonnamour (Fortuneo-Samsic), Jhonathan Restrepo (Katusha-Alpecin), Michael Storer (Team Sunwegb) y Marco Marcato (UAE-Team Emirates) fueron los protagonistas de ese grupo de cabeza hasta que, a unos 70 kilómetros de meta, el ritmo de los favoritos acabó con sus aspiraciones.

LottoNL-Jumbo lanza a Roglic

La carrera se empezó a mover, como era previsible, en Colma di Sormano. Tras una veintena de kilómetros en los que Barhein-Merida había puesto un ritmo elevado y en el que hombres como Carlos Verona, Jack Haig (Michelton-Scott), Michal Kwiatkowski (Team Sky) o Jan Hirt (Astana Team) se movieron trabajando para sus líderes. Pero el conjunto emiratí no dejó irse a nadie. Tuvo que ser en esa antepenúltima subida del día cuando se empezara a mover el árbol.

Entró LottoNL-Jumbo con todo, con muchísima fuerza, y desarbolaron la carrera. Atrás quedó el control de los equipos, cundió la anarquía con ayuda de los hombres de amarillo. El trabajo de los neerlandeses dejó a Primoz Roglic en una buena posición para el ataque. Pequeño descenso, cambio a una carretera muy estrecha y el esloveno que se armaba de valor y cargaba. Al ataque el cuarto del último Tour de Francia.

Nibali y Pinot contraatacan

Roglic consiguió unos metros en el durísimo muro de Colma di Sormano, con rampas de hasta el 20%. Franco Pellizotti (Barhein-Merida) intentó mantener el control del grupo, trabajando para Vincenzo Nibali. Cuando el gregario dijo basta, en su última carrera como profesional, el ‘squalo’ no tuvo opción. Demarraje brutal del siciliano con Thibaut Pinot (FDJ) soldado a su rueda. El francés estaba bien colocado, a rueda del italiano, mientras que otros como Bardet o Valverde estaban más rezagados y no pudieron entrar en el corte. El francés, por cierto, iba a tener una caída en la cima del muro al engancharse con un fotógrafo.

La carrera estaba lanzada y los de delante tenían muchas papeletas de jugarse el todo por el todo en Como. Nibali y Pinot dieron alcance a Roglic de manera fugaz y le dejaron atrás. Italiano y francés se lanzaron en el descenso en cabeza. Y cuando Nibali se pone a jugar a los ‘bajadores’ no hay quien le pare. Eso sí, el de Barhein tuvo un par de sustos y redujo su ritmo en el descenso. Tanto que Roglic, otro buen bajador, pudo entrar a formar en esa punta de carrera. Por detrás, el grupo con Alejandro Valverde y otros favoritos ya se dejaba 40 segundos. Un grupo muy selecto de una decena de corredores que debían ponerse de acuerdo en el llano hasta Como para intentar acercarse a los tres que iban por delante.

El que se iba a lanzar en el descenso de Colma di Sormano era Egan Ariel Bernal (Team Sky). El bravo corredor colombiano cuajó un descenso espectacular y recortó la renta con respecto al trío de cabeza. En esa punta de carrera en la que sufría Pinot, ante el nivel de sus compañeros de aventuras.  Por detrás, no había entendimiento. Dani Martínez fue el que marcó el ritmo en ese grupo perseguidor. Únicamente el ciclista del Education First puso de su parte para intentar reducir el hueco de 40 segundos, trabajando en favor de su jefe de filas Rigoberto Urán.

Poco o nada pudo recuperar ese grupo perseguidor con unas veinte unidades –donde estaban Valverde, Más, Nieve e Izagirre con representación española-. Los cuatro de cabeza llegaron a la base de Civiglio con más de medio minuto de margen. Fue sufiente, al menos para uno de ellos.

La ley de Thibaut Pinot

Thibaut Pinot, que había sufrido el ritmo de sus rivales en el descenso anterior, iba a coger la responsabilidad y a imponer un ritmo muy fuerte desde el inicio de la ascensión de cuatro kilómetros al 10,4 %. El ritmo elevado del ciclista Lure, que había llegado al final de campaña en una forma espectacular, fue demasiado para Bernal y Roglic, los dos que habían corrido a la contra en el descenso de Colma di Sormano. Con el colombiano y el esloveno en crisis, Nibali aguantó como pudo a rueda de Pinot. Tal fue la potencia del de la FDJ que el siciliano no pudo seguir su ritmo. Pinot se lanzaba hacia la victoria.

Coronó con una diferencia suficiente. Unos veinte segundos que afianzó en el descenso hacia Como. Lo saboreó durante esos últimos 14 kilómetros. Es cierto que la renta no era demasiado elevada, pero las sensaciones en carrera, la crisis de Nibali, que se quedó clavado en Civiglio, y el poco entendimiento entre los miembros del grupo perseguidor, le elevaban a la posición de ganador, de triunfante, de ‘Monumental’.

Por detrás, ya lo hemos avanzado, el grupo perseguidor se movió en base a ataques, miradas y falta de entendimiento. Lo probaron Daniel Martin (UAE-Team Emirates), Rigoberto Urán y Rafal Majka (Bora-Hansgrohe) pero no pudieron romper el grupo con sus duros demarrajes en esa penúltima subida. Solo les quedaba intentar pelear por la segunda y la tercera plaza, una vez alcanzaron a Nibali en la cima del Monte Olimpino.

La última ascensión del día era muy leve, menos de dos kilómetros al 5%, no fue escollo para un Thibaut Pinot que ya saboreaba el triunfo con más de 40 segundos de margen. Lo saboreo, lo peleó, lo disfrutó. Disfrutó como lleva haciendo desde la Vuelta a España, tras el amargor del Giro de Italia. Una condición física brutal y una capacidad de lucha, coraje y sacrificio que le han otorgado su primer Monumento ciclista. Sonrisa, celebración, brazo al aire… Thibaut Pinot ya es ‘Monumental’

Y otro que va sobrado de todo ello: de lucha, de coraje, de sacrificio y de ambición. Vincenzo Nibali, sacó esa garra que le caracteriza. Tras haber entrado en crisis en Civiglio y ser alcanzado en el Monte Olimpino, el Tiburón se lanzó en el descenso para asegurarse la segunda posición. Ahí no tuvo rival, ahí nadie puedo evitarlo. El siciliano se plantó solo en meta, a medio minuto del que había sido su compañero de batallas, el mismo que le había derrotado en Civiglio. Segundo puesto para Nibali quien no pudo lograr la hazaña de imponerse en el primer y en el último Monumento de la temporada.

La lucha por la tercera plaza quedó acotada a siete corredores. Los que habían podido aguantar en el grupo perseguidor. Ni Valverde ni Más pudieron disputar esa posición de honor en el podio.. Sí Ion Izagirre. Pero el vasco sucumbió ante el poderío de hombres más rápidos. Dylan Teuns (BMC Racing Team) impuso su potencia en la llegada de Como, por delante de Urán y Wellens. Izagirre, como decimos, acabó sexto. Alejandro Valverde, quien había sufrido en esa parte decisiva de la carrera, finalizó undécimo mientras que Mikel Nieve finalizó en el puesto 15.

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