Foto: Toronto Raptors
Análisis

Un anillo histórico: los Raptors destronan a los Warriors

Otra vez la misma historia de siempre”. Esta era una de las frases más repetidas por los aficionados de la NBA en el inicio del presente curso. Tras dos anillos consecutivos, con un juego capaz de seducir a cualquiera y con un equipo repleto de estrellas, pocos confiaban en que alguien fuera capaz de arrebatar el trono a los actuales campeones.

Los Golden State Warriors llegaban a la gran cita después de superar a los Houston Rockets por 4 a 2 en una eliminatoria que muchos bautizaban como “la auténtica final de la NBA”. Además, en el último duelo de la Conferencia Oeste, los de La Bahía barrieron sin despeinarse a los Portland Trail Blazers para meterse en la final.

Los Toronto Raptors, por su parte, consiguieron alejar los fantasmas de las anteriores temporadas y, tras dejar por el camino a conjuntos de la talla de Sixers o Bucks, se colaron en las primeras Finales de la NBA de toda su historia.

Todo apuntaba a que los Warriors atropellarían a los Raptors. Que volveríamos a ver la versión arrolladora de la franquicia de Golden State. Que, pese a la lesión de Durant, los de Steve Kerr impondrían su ley y se llevarían su tercer título de forma consecutiva. Pero el deporte no entiende de lógica.

Game 1: Un superjugador llamado Siakam (118-109)

Con una ciudad absolutamente entregada al baloncesto y con un Scotiabank Arena lleno hasta la bandera, los Raptors empezaban su andadura en las Finales de la NBA de la mejor manera posible.

Disimulando a la perfección la falta de experiencia, los hombres de Nurse consiguieron batir a los Warriors con una actuación estelar del que podemos considerar el jugador revelación de esta temporada: Pascal Siakam.

Foto: Toronto Raptors
Foto: Toronto Raptors

Con Leonard a un nivel muy alto pese a arrastrar problemas físicos y con un Marc Gasol que empezó como un tiro (14 puntos y 5 rebotes al descanso) pero que no consiguió mantener la aportación ofensiva, el interior camerunés lideró a los canadienses en el primer asalto de las finales. Siakam terminó el encuentro con 32 puntos, 22 de ellos en la segunda mitad, con un excelso 14 de 17 en tiros de campo y con una auténtica exhibición de recursos ofensivos.

Los Warriors, que lo intentaron hasta el final, no pudieron hacer nada ante el trabajo coral de unos Raptors que demostraban que no habían llegado hasta la final para dejarse pisotear por los actuales campeones.

Game 2: Los Warriors reaccionan (104-109)

Pero en el segundo partido volvió a aparecer la mejor versión de los Warriors. Los californianos, de la mano de un inspirado Cousins y con Draymond Green marcando la diferencia en defensa, consiguieron seguir la estela de los locales durante toda la primera mitad. A pesar de tener a Looney e Iguodala tocados físicamente, los de La Bahía dieron un golpe sobre la mesa en la segunda parte.

Los Raptors saltaron a la pista despistados después del descanso y los Warriors aprovecharon la ocasión para noquearlos. En los primeros 6 minutos de tercer cuarto, los de Steve Kerr endosaron a los canadienses un parcial de 0-18 que sirvió para decantar la balanza.

El héroe del primer partido, Pascal Siakam, vio como Draymond Green, uno de los mejores defensores de la liga, conseguía secarle permitiéndole anotar solo 12 puntos. De poco sirvieron los 34 tantos y 14 rebotes de Leonard ante unos Warriors que aprovecharon la ocasión para sentenciar el encuentro con la mala noticia de la lesión de Thompson, que se retiró a los vestuarios en el último cuarto.

Con un banquillo que cumplió con creces y doblando en asistencias a los de Toronto (17 de los Raptors por 34 de los Warriors), los californianos empataron la serie a 1.

Game 3: La exhibición de Curry no salva a Golden State de la quema (109-123)

Después de disputar dos encuentros a domicilio, los Warriors conseguían llegar al Oracle Arena con el factor cancha a su favor. Todo parecía indicar que, tras el susto inicial, los de Kerr marcarían las diferencias en casa. Pero la cosa se torció mucho más de lo esperado.

Con las bajas de Kevin Durant y Klay Thompson por lesión, Stephen Curry tuvo que cargar con el peso ofensivo del equipo. Con una actuación “Lebroniana”, el base de los Warriors anotó 47 puntos, capturó 8 rebotes y repartió 7 asistencias, pero su exhibición no sirvió para nada.

Leonard, con 30 tantos, lideró a los canadienses por enésima vez, bien secundado por la dupla formada por Lowry y Green. El base cerró el duelo con 23 puntos y 9 asistencias con un 5 de 9 desde la larga distancia, mientras que el exjugador de los Spurs también brilló des del triple con un 6 de 10.

Los Raptors, muy serios en ambos lados de la pista y con aportaciones de todos los jugadores, consiguieron sorprender de nuevo a unos Warriors que no daban con la tecla.

Game 4: Los Raptors vuelven a asaltar La Bahía (92-105)

Rindiendo a un altísimo nivel en defensa y teniendo las ideas muy claras, los Raptors, lejos de sentirse intimidados, salieron a matar las finales en el cuarto encuentro. La franquicia de Toronto lideraba la eliminatoria por 2 victorias a 1 ante unos Warriors que, tras el batacazo del tercer partido, tenían claro que el margen de error se había reducido al mínimo.

La vuelta de Klay Thompson permitió a los locales volver a mostrar su mejor versión durante buena parte de la primera mitad, pero lo que no se esperaban los californianos era que los Raptors les pasaran por encima con sus propias armas.

Guiados de nuevo por un gran Kawhi Leonard, los Raptors cerraron el tercer cuarto con un parcial de 21-37 con 17 tantos de su estrella (de los 36 totales). Como ya había ocurrido en los partidos anteriores, un VanVleet superlativo en la defensa sobre Curry permitió a los de Nurse mantener a raya al base de los Warriors, mientras que Serge Ibaka fue uno de los protagonistas anotando 20 puntos y aportando un plus defensivo clave para llevarse el encuentro.

Game 5: Los Splash Brothers mantienen con vida a los Warriors (105-106)

Tras 4 partidos, llegaba el todo o nada. Los Raptors estaban a solo una victoria de proclamarse campeones de la NBA, pero Klay Thompson y Stephen Curry tenían otros planes.

La vuelta de Durant marcó el inicio del duelo, aunque la estrella de los Warriors solo aguantó 12 minutos sobre el parqué antes de volver a caer lesionado de gravedad. Kerr decidió dar entrada a Cousins en su lugar y, curiosamente, el interior fue el que terminó marcando la diferencia en la primera mitad dominando el juego interior.

Foto: Golden State Warriors
Foto: Golden State Warriors

Los de Toronto consiguieron seguir el ritmo de los de Golden State en todo momento esperando su oportunidad, y fue en el último cuarto cuando consiguieron darle la vuelta al marcador. Con 10 puntos consecutivos de Leonard, los canadienses pasaron del 93-95 al 103-97 poniendo contra las cuerdas a los de Kerr.

Pero los Warriors aún no habían dicho la última palabra. Un tiempo muerto inoportuno de Nurse a falta de tres minutos para el final provocó la reacción de los visitantes que, con dos triples de Klay Thompson y uno de Stephen Curry en poco más de dos minutos, consiguieron darle la vuelta al encuentro. Lowry, sobre la bocina, tuvo un lanzamiento para cambiarlo todo, pero el base de los Raptors erró.

La franquicia de Golden State salvó el primer “match ball” basándose, como no podía ser de otra manera, en el gran acierto en el lanzamiento exterior (20 de 42 en triples), liderados por unos Splash Brothers que no estaban dispuestos a rendirse.

Game 6: Los Raptors se coronan en el Oracle Arena (110-114)

Con todo por decidir, la serie se trasladaba de nuevo al Oracle Arena. El partido empezó con mucho ritmo por parte de los dos equipos y con los Raptors decididos a llevarse el encuentro y el anillo.

Lowry, Siakam y Leonard brillaron en la primera mitad ante unos Warriors que consiguieron mantener las distancias al descanso. Tras muchos minutos de dominio canadiense en el marcador, los locales consiguieron darle la vuelta gracias a un Klay Thompson que estaba de dulce.

Pero cuando parecía que los Warriors podían forzar el séptimo partido, a falta de dos minutos y medio para cerrar el tercer cuarto saltaron las alarmas en La Bahía. Thompson, que había anotado 30 puntos hasta el momento, se desequilibró en una acción con Green y tuvo que retirarse del campo.

Los Raptors, basándose en un gran trabajo coral y en una defensa excelsa, consiguieron imponer su ritmo. Pese a que los actuales campeones lo intentaron hasta el final, los de Toronto no estaban dispuestos a dejar escapar la oportunidad de oro que se les había brindado. VanVleet, en los instantes finales, sentenció el duelo desde el perímetro y, tras el suspense final, los Raptors se proclamaron campeones de la NBA.

Kawhi Leonard, el jugador total, excelente a ambos lados de la cancha y que mantuvo un nivel fuera de serie en todos los encuentros, alzó su segundo trofeo de MVP de las Finales y la franquicia canadiense consiguió el primer anillo de su historia.

La mejor versión de los Raptors

Después de caer en la primera ronda de los Playoff la temporada anterior, los Raptors iniciaron el curso con el reto de llegar a ser competitivos en post-temporada. La magnífica gestión de Masai Ujiri en los despachos permitió a los canadienses firmar a jugadores de contrastada experiencia como Danny Green, aunque el movimiento clave aún estaba por llegar.

Foto: Toronto Raptors
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El presidente de operaciones de los Raptors alcanzó un acuerdo con los Spurs para hacerse con una de las superestrellas de la liga, Kawhi Leonard, a pesar de perder a DeMar DeRozan, uno de sus mejores jugadores. Lejos de conformarse, Ujiri firmó a Marc Gasol, un jugador veterano con experiencia en Playoffs y uno de los mejores en su posición.

Pero nada de esto hubiera sido posible solo con el trabajo en los despachos. Otro de los “culpables” del éxito de los Raptors es, sin ninguna duda, su entrenador Nick Nurse. Tras dirigir equipos universitarios y curtirse durante varios años en Inglaterra, el entrenador de 51 años ha debutado de un modo inmejorable en la mejor liga de baloncesto del mundo con una temporada impecable.

Los Raptors, contra todo pronóstico y con total merecimiento, consiguieron tumbar a unos Warriors de época para ser el primer equipo canadiense en alzar el trofeo de campeón de la NBA en una temporada de ensueño.

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