Zhuang Zedong
Reportajes

Zhuang Zedong, la diplomacia del ‘ping-pong’

Corría el 10 de febrero de 2013 cuando el corazón de Zhuang Zedong, nacido 72 años antes en la ciudad china de Yangzhóu, dejó de latir. Ocurrió en Pekín, la Ciudad Prohibida.

Para muchos es desconocido, pero nuestro protagonista no solo pasó a la historia como uno de los deportistas más destacados en el tenis de mesa, sino que también fue, casualmente, una de las figuras más importantes en la política exterior de China.

Involucrado de lleno en la Revolución Cultural que protagonizó el régimen comunista de Mao Zedong entre 1966 y 1976, Zhuang fue adquiriendo mayor relevancia social entre los habitantes del país asiático. Cuando se sumó a este movimiento revolucionario, ya poseía tres campeonatos del mundo (logrados en Pekín, Praga y en Liubiliana, consecutivamente).

A esos sobresalientes éxitos se le unieron numerosas victorias en competiciones tanto nacionales como internacionales, que le hicieron destacar en el ping-pong de élite y consagrarse como uno de los referentes de la época. Pero más allá de lo cuantitativo, el pimponista se ganó al público por ser uno de los primeros chinos en alzarse con el título de campeón en este torneo, rompiendo casi por completo la hegemonía nipona en este deporte.

Entre todos sus rivales, sería el estadounidense Glen Cowan el que más le marcaría de por vida. Y es que el enfrentamiento entre ambos durante el Mundial de Japón de 1971 desencadenó el deshielo de las relaciones entre China y Estados Unidos.

Nunca antes una partida de tenis de mesa había sido tan simbólica. Un chino frente a un norteamericano, el comunismo frente al capitalismo en su máximo esplendor.

Antes de los partidos que enfrentarían a integrantes de ambas selecciones, Cowan se subió al autobús chino, y Zhuang dio el primer paso haciéndole entrega de un retrato de los montes Huang. Por aquel entones, China desplegaba el eslogan «amistad primero, competencia segundo» en lo relacionado al deporte.

Nixon y Mao Zedong
Encuentro entre Nixon y Mao (1972).

El partido generó tanta expectación que el gobierno chino decidió invitarles oficialmente a traspasar la Gran Muralla. Solo un año más tarde, el presidente estadounidense Richard Nixon aterrizaría en tierras chinas en una histórica visita. Era la primera vez que un presidente norteamericano visitaba China, un estado que le consideraba enemigo.

Tras la visita de Nixon, Zhuang llevó a la delegación china hasta los Estados Unidos, como parte de una gira por el continente americano.

Tras aquel hecho histórico, el contexto político interno de China volvería a dar un giro importante, que acabaría con Zhuang entre rejas. Todo ocurrió tras la muerte de Mao Zedong en 1976. Un grupo de altos cargos políticos, entre los que se encontraba la esposa del máximo dirigente, fueron expulsados del Partido y encarcelados, por crímenes y abusos cometidos durante el régimen. Zhuang, quien gozaba de la afinidad de la esposa de Mao, también se vio involucrado en la investigación.

Al término de la misma, Zhuang sería puesto en libertad y enviado a Taiyuan, lejos de Pekín, para entrenar al equipo regional de tenis de mesa.

Años más tarde regresó a Pekín, donde comenzó una nueva vida junto a su segunda esposa, de origen japonés. Allí murió, a causa de un cáncer. Hoy, los más veteranos del lugar aún recuerdan consternados aquel histórico momento.

José Antonio Vega.

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