Histórico triunfo de la selección australiana de fútbol en la mañana de este sábado. Los socceroos se han impuesto a Corea del Sur en la final de la Copa Asiática. Un tanto de Troisi en la prórroga hizo posible la conquista de este torneo por primera vez en su historia.

Amanecía Sidney con el brillo y el nerviosismo correspondiente a un día histórico. Esa misma noche su selección nacional disputaría ante Corea del Sur la final de un torneo que nunca había ganado y que nunca se había celebrado fuera del territorio asiático.

Tras dejar en el camino al verdugo de Japón en semifinales (Emiratos Árabes), los anfitriones sabían que eran favoritos para ganar el torneo, pero ello no implicaba la carencia de dificultad para obrar la victoria. Corea del Sur, ya repuesta de su mala imagen en el Mundial de Brasil, era un equipo correoso y que lucharía hasta el final por arrebartles el triunfo.

Así ocurrió, tras una primera parte relativamente controlada por Australia, el gol de Luongo al borde del descanso liberó la tensión y puso por delante a los locales, atisbando una segunda parte mucho más cómoda. Pero lejos de ello, Corea del Sur reaccionó con firmeza y logró taponar las intentonas rivales hasta lograr forzar la prórroga en el descuento, gracias a un tanto de Son Heung-Min.

A partir de ahí, el nerviosismo volvió a imperar en los corazones australianos, propiciando el miedo a volver a perder una final -como ocurriera la anterior edición frente a Japón-. Pero cuadro local no se vino abajo y supo sacar la garra necesaria en estas circunstancias, viniéndose arriba y logrando anotar el tanto decisivo de la final, obra de Troisi; tras una internada desde el flanco derecho del área surcoreana.

Tras el pitido final, la euforia se adueñó de Australia, que pudo celebrar con los suyos su primera Copa Asiática y el histórico dato de haberse convertido en la primera selección que reina en dos continentes diferentes (Oceanía y Asia).