El proceso de regeneración que los nuevos y emergentes tenistas están aportando al tenis mundial se ha visto reflejado de la mejor manera posible durante este año 2014. Hombres como el bosnio Cilic o como el suizo Wawrinka encabezan, con sus dos Grand Slams, una lista que se alarga con las buenas actuaciones del japonés Kei Nishikori y del balcánico Milos Raonic, entre otros.
No obstante, esta nueva era que poco a poco se instala en el panorama tenístico no tiene que significar necesariamente la acción de olvidar a los ‘cuatro magníficos’ que han reinado en el deporte de la raqueta durante los últimos años. El romántico no quiere despedirse de Roger Federer, se resiste; los amantes del tenis quieren seguir disfrutando de encarnizados duelos entre Rafa Nadal y Novak Dkokovic sobre una pista, así como de las genialidades de Andy Murray, cuando está a tono.
El año se va consumiendo, y tras la Copa de Maestros es momento de hacer balance de lo ocurrido en el universo del tenis. Los datos refuerzan la teoría anteriormente señalada. Si bien hay que tener en cuenta que tanto Rafa Nadal como Roger Federer han sufrido lesiones que han podido condicionar algunos resultados, a nadie se le escapa que el serbio Novak Djokovic ha sido justo merecedor del puesto más alto del ránking ATP, tras haber sumado más títulos ‘grandes’ que nadie. Para Novak han ido a parar tanto el Torneo de Londres (sin jugar la final) como anteriormente un extraordinario triunfo en la catedral del tenis: Wimbledon.
Además, Djokovic alzó los brazos en Indian Wells, Miami, Roma y París, cuatro de los nueve Masters 1000 del circuito ATP.
Tras él, han sido Rafa Nadal y Roger Federer los que han dado la cara siempre que han estado disponibles, con triunfos tan importantes como el logrado por el manacorí en Roland Garros o los del suizo en Cincinnati o Shanghái.
Los otros dos grandes torneos de la temporada, los Abiertos de Australia y de Estados Unidos, fueron a parar para Wawrinka y Cilic, respectivamente. El compatriota de Federer, además, también logró vencer en Montecarlo. Para Murray no hubo nada.
